ASIA/INDONESIA - “Comprobé que la presencia de Dios verdaderamente iluminaba mi camino”: testimonio vocacional de un joven religioso camiliano de Indonesia

viernes, 1 agosto 2008

Flores (Agencia Fides) – Publicamos el testimonio vocacional enviado a la Agencia Fides por un joven religioso camiliano de Indonesia que está completando su formación en Filipinas.
“Desde niño me gustaba siempre participar en las ceremonias litúrgicas más significativas de mi parroquia. Hubo dos eventos que me impresionaron particularmente: la visita pastoral de nuestro Obispo Edoardo Sangsun, SVD y el 25° de sacerdocio de mi párroco, P. Thomas Chrunp, SVD, húngaro. Estas dos celebraciones pusieron las raíces de mi vocación religiosa. Me preguntaba con frecuencia sobre lo que hacían mi párroco y el Obispo. No entendía tampoco porqué el Obispo usaba una vestimenta particular o porqué mi párroco venía de un país tan lejano.
Con el paso de los años pude conocer mejor el significado de la vida religiosa y tener más información sobre congregaciones religiosas. Mientras frecuentaba la escuela media, tuve contacto con algunas congregaciones y ello hizo crecer lentamente la semilla de mi vocación. Al terminar la escuela media entré en el seminario diocesano de San Paolo en Mataloko, en la isla de Flores, Indonesia, donde se ofrecía un curso de preparación vocacional de dos años para jóvenes que tenían el deseo de ser sacerdotes.
Así fue creciendo mi interés vocacional, pero no lograba decidirme por alguna congregación. Muchos representantes de distintas congregaciones vinieron a nuestro seminario para la animación vocacional, pero me sentía siempre muy confundido y no lograba tomar una decisión. Como muchos de mis compañeros, hubiera tenido la posibilidad de entrar en un seminario diocesano o en una congregación religiosa en Indonesia.
Y fue precisamente en ese periodo que el p. Luigi Galvani y el p. Raúl Urson, misioneros camilianos en las Filipinas, llegaron a nuestro seminario para presentar la espiritualidad y el carisma de su Instituto. Ese fue mi primer contacto con la Orden fundada por San Camilo. En ese entonces no hablaba inglés, pero dicho encuentro fue suficiente para tomar el impulso definitivo. Luego de reflexionar y rezar mucho, tomé la decisión y en el mes de mayo del 2000, junto con otros seis compañeros, entré en el seminario camiliano de Manila, Filipinas, para mi formación religiosa.
Durante el primer año frecuentamos el curso de inglés y luego seguimos el programa de filosofía junto con otros seminaristas camilianos, en el St. Camillus College de Marikina. En general estábamos contentos, pero no faltaron las pequeñas dificultades para mí y mis compañeros, que veníamos de otro país y de una cultura distinta. Sin embargo fue una experiencia que me enriqueció y me hizo madurar muchísimo. Con la ayuda del p. Luigi y de los otros formadores pude reforzar mi vocación camiliana. Comprobé que la presencia de Dios verdaderamente iluminaba mi camino vocacional.
En los ocho años vividos en las casas de formación camiliana en Manila, la pequeña semilla de mi vocación creció muchísimo. Siento por ello la necesidad de agradecer a todos aquellos que me acompañaron en mi camino espiritual. Puedo afirmar que me siento cada vez más enamorado de la espiritualidad y del carisma de nuestro fundador, San Camilo. Ahora voy con toda alegría a visitar a los enfermos y siento que también ellos tienen mucho que darme interiormente.
Actualmente estoy viviendo la experiencia del año de pastoral en el hospital San Camilo de Calbayog, Samar, una de las islas más pobres de Filipinas. Aquí voy cada día a visitar a los enfermos y me pongo a disposición para los diversos servicios que la comunidad me pide. Al final de esta experiencia y, luego de emitir mis votos perpetuos, espero con gran alegría la posibilidad de colaborar también yo en dar vida a una presencia camiliana en mi país. Le pido al Señor Crucificado que, así como inspiró a San Camilo a fundar su instituto, pueda inspirar también a la Provincia Camiliana Filipina para instaurar cuanto antes la “Cruz roja” de San Camilo en Indonesia. Alfons Oles, Camiliano Indonesio”. (Agencia Fides 1/8/2008; líneas 45 palabras 645)


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