AMERICA/HAITI - Haití dividida en tres partes: comienzan a escasear los víveres en la capital. Testimonio a Fides de un voluntario del AVSI - Asociación Voluntaria para el Servicio Internacional

martes, 10 febrero 2004

Porto Príncipe (Agencia Fides) - “Haití está dividida en tres partes: el centro está en manos de las fuerzas fieles al Presidente Jean-Baptiste Aristide, mientras que el sur y el norte están en manos de los insurrectos” dice a la Agencia Fides Carlo Maria Zorzi, representante en Haití de la Asociación de Voluntarios para el Servicio Internacional (AVSI). “Las fuerzas de Aristide han vuelto a tomar la ciudad de Saint Marc, pero al situación es muy tensa en la capital Porto Príncipe, donde ayer 9 de febrero, la policía efectuó pesquisas en búsqueda de armas. A causa de la división en tres partes del país en la capital comienzan a escasear los víveres”.
Ayer, 8 de febrero, el representante del AVSI envió a Fides un amplio reportaje sobre la situación del país que publicamos íntegramente: “La segunda ciudad de Haití, la ciudad de la independencia, Govaines, ha caído en manos del Frente de Rebeliones Anti Aristide, el pasado viernes, 6 de febrero, después de una jornada de combates entre los rebeldes y la policía, Recordamos que Haití, no tienen propiamente un ejercito y ciertos “poderes” son confiados a la policía. Siete muertos y un numero impreciso de heridos. La comisaría quemada y una serie de acciones violentas caracterizaron la jornada. El Gobierno prometió para el sábado 7 de febrero, una acción fuerte y rápida de la policía enviada a la capital para retomar el control de la ciudad. Han resultado once policías muertos, tres civiles y un número todavía impreciso de heridos. La operación de recuperación de la ciudad falló debido a los policías no preparados que cayeron inmediatamente en la trampa de los rebeldes que les dejaron avanzar hasta el corazón de la ciudad para encerrarlos después en una emboscada mortal. Los policías que sobrevivieron se dieron a la fuga. Aquello que quizá era predecible es el ejemplo que otras ciudades han seguido inmediatamente tras las huellas de Gonaives. La ciudad de San Marcos se dio cuenta casi por casualidad de que la Comisaría estaba vacía; en efecto, los policías la habían abandonado antes incluso de que la rebelión llegara a la ciudad. Como lo había prometido el Frente anti Aristide controla hoy todo el Departamento del Artibonite, todas las comisarías están en manos de los rebeldes. En muchas ciudades ha sido la misma población la que se ha manifestado ante las comisarías para “invitar” a los policías a irse. No se ha dado una particular resistencia. Es de notar la cantidad de edificios públicos que han sido pasto de las llamas, los saqueos de casas y oficinas así como del puerto comercial de San Marcos. Resulta difícil a causa de las comunicaciones casi imposibles, comprobar la veracidad de ciertos rumores sobre venganzas transversales que habrían comenzado a salpicar el triste panorama de Haití. Se va a peor. La protesta, en la jornada del domingo, ha llegado también a las ciudades más hacia el Sur. Petite Goave y Grande Goave no estarían ya bajo el control de Estado. Aquí la población ha jugado un importante papel a la hora de vaciar y después incendiar las comisarías, liberando a todos los prisioneros. Queda la duda sobre la situación de Miragoane. En Les Cayes, donde trabaja otro colega nuestro, y en Jacmel, otra importante ciudad de Haití, han sido los partidarios de Aristide los que han conseguido hoy mantener el control, intentando defenderlas de la rebelión y de la protesta de la población. En estas ciudades, durante todo el día, se han levantado barricadas incendiarias, hombres armados al servicio del presidente han mantenido la guardia para mantener alta la presión psicológica y evitar que la gente se manifestase abarrotando las calles como ha ocurrido en otros lugares. En la capital, las barricadas de los defensores del presidente han ardido durante casi toda la jornada; en la zona “caliente” del Carrefour Sur se decía que éstos estaban preparando acciones guerrilleras y de caza de hombre contra los opositores de Aristide. En realidad nadie, al menos por el momento, ha podido confirmar la puesta en acto de este plan. Ciertamente la situación continúa siendo tensa. Y en estos momentos no se registra aún una verdadera respuesta “pan al pan” de los grupos armados del presidente. Si está llega será el comienzo de la guerra civil; ahora mismo estamos todavía al borde del precipicio, no sin que acciones de violencia hayan sido ya perpetradas. La oposición de los 184 y de la Plataforma de la Sociedad Civil, que no se reconoce en el grupo armado del Frente anti Aristide de Gonaives y se proclama pacífica, el 8 de febrero anuló la acostumbrada marcha de protesta por las calles de la capital. Uno de sus líderes leyó un comunicado en el que se afirmaba que la marcha se había retrasado hasta el jueves para ofrecer hoy una jornada de reflexión y de luto por los muertos de Gonaives. Ciertamente verdadero, aunque incompleto; si hoy se hubiera realizado esa marcha hubiera sido una masacre porque los defensores del presidente no la hubieran podido soportar después de todo lo sucedido en el norte y probablemente algún opositor, aunque fuera pacífico, hubiera podido caer en la tentación de imitar a los rebeldes en los ataques en los ataques hacia uno o más de las muchas comisarías de la capital. El norte está actualmente aislado del resto del país. Los rebeldes han destruido puentes, carreteras de acceso e incluso la pista del pequeño aeropuerto para evitar nuevas tentativas de la policía por recuperar la ciudad. La atención de los rebeldes, que ya anunciado su intención de tomar posesión de todo el país, parece dirigirse ahora hacia la cuarta ciudad de Haití, Cap Haitien. La revolución, porque de eso se trata, se extiende como una mancha de aceite de hora en hora. Hoy el Gobierno ha callado. El objetivo de los rebeldes, sean éstos pacíficos o armados, es siempre y sólo la dimisión de Aristide el cual no se ha manifestado sobre la crisis de estos días. Los rebeldes armados de Gonaives son ex-amigos de Aristide, ex Chimere armadas, ex de su partido Lavalas, que le han dado la espalda tras el asesinato de su líder Metayer que, según ellos, habría sido ordenado por el mismo presidente. Un presidente ciertamente en apuros, contra el que hoy, sus “ex” usan, y lo hacen proclamándolo, las armas que él mismo les ha ido facilitando en los pasados meses y años, para defenderse y defender su régimen, así como hizo el dictador Duvalier con sus Totons Macoutes. Los rebeldes de Gonaives han proclamado de todas maneras que no quieren continuar la guerrilla y permanecer armados, están dispuestos a entregar las armas en el momento en el que el presidente se marche y tome posesión un gobierno de unidad nacional. Por ahora no hay ningún líder en la lista de posibles candidatos para ocupar ese puesto. El lunes por la mañana se reunirán en sesión urgente los jefes de misión de las agencias de las Naciones Unidas; da la impresión de que se pase de la fase dos a la tres, aquella que prevé la evacuación del personal no necesario y de los familiares de los funcionarios y operadores, Esta decisión corresponde al Coordinador de las Naciones Unidas en Haití, el maliano Adama Guindo. La cuarta y última fase será la evacuación de todo el personal y el abandono del país. El martes está prevista la reunión de seguridad de franceses y americanos, así como de las Naciones Unidas con las Organizaciones Internacionales a la cual hemos sido invitados. De todas formas los americanos han anunciado ya que favorecerán y animarán a volver a su patria a sus funcionarios no indispensables y todos sus familiares”. (L.M.) (Agencia Fides 10/2/2004. Líneas: 83 ; Palabras: 1308)


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