ASIA/PAKISTÁN - La fe cristiana está viva en el desierto de Baluchistán: diálogo del Prefecto Apostólico de Quetta con la Agencia Fides

martes, 17 junio 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Baluchistán es una tierra áspera y salvaje situada en un altiplano con alturas que van desde los 100 hasta los 1200 metros de altitud, entre las montañas de Toba Kakar, en la frontera con Afganistán, y la cadena del Suliman, delimitada por el río Indo. Al sur, a lo largo de la frontera, se encuentra uno de los desiertos más inhóspitos del mundo, el Makran, donde viven nómades dedicados al pastoreo. En el territorio de la provincia civil de Baluchistán surge la circunscripción eclesiástica más reciente de Pakistán, la Prefectura Apostólica de Quetta. La Prefectura, erigida el 9 de noviembre de 2001, en un territorio que comprende cerca de 7 millones de habitantes e inicia su historia en los primeros territorios eclesiásticos erigidos durante el reino del Imperio Británico en 1697, cuando fue creado el “Vicariato del Gran Mogul”, que incluía las tierras de Sindh y Baluchistán. En 1832 el Vicariato paso a la jurisdicción de la Arquidiócesis de Bombay y después, en 1878, el territorio paso bajo la misión de Afganistán, confiada a los misioneros de Mill Hill,. P. John Bernard Temme, misionero de Mill Hill, fue el primer misionero asignado a Quetta. En los siguientes años llegaron sucesivamente los Jesuitas (que permanecieron hasta 1935) y después los Franciscano, hasta 1982, cuando el cuidado pastoral de la comunidad local fue confiada a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada (OMI), ayudados posteriormente por los Salesianos. En el 2001 se instituyó oficialmente la Prefectura Apostólica de Quetta (con un territorio separado de la arquidiócesis de Karachi y Hyderabad) y el nombramiento del Prefecto Apostólico, el misionero de Sir Lanka p. Víctor Gnanapragasam OMI.
Hoy el territorio de la Prefectura está subdividido en seis parroquias, donde viven en total alrededor de 30 mil fieles católicos. El P. Víctor – en el Vaticano con ocasión de la visita Ad limina Apostolorum de los Obispos de Pakistán – explica a la Agencia Fides que la fe cristiana está viva, a pesar de las dificultades por las condiciones del territorio y los obstáculos culturales y religiosos: “Nuestra comunidad se extiende en un área vastísima, in gran parte desértica, en la que es difícil moverse y viajar. Las dificultades logísticas son muchas, tratamos de visitar los pueblos remotos y a veces se necesita días y días de viaje para encontrar a sólo cinco familias cristianas. Pero creo que, poco a poco, los fieles católicos, en su mayoría pobres campesinos y ganaderos, están adquiriendo confianza y las familias católicas se están fortaleciendo en la fe, la esperanza y la caridad. Con todos los problemas que pasan, podrían perder la esperanza y abandonar la fe, pero no es así. Esto alienta nuestro trabajo pastoral. Incluso aunque no logre visitar frecuentemente las diversas comunidades de la Prefectura, se que ellas siguen reuniéndose regularmente, para rezar, para celebrar y compartir la Palabra de Dios, a pesar de las dificultades”.
“La vida pastoral es más fácil en Quetta, al centro de la Prefectura – continua el Prefecto Apostólico – donde viven cinco congregaciones de religiosas (en total 20 religiosas) y 10 sacerdotes entre los cuales OMI y Salesianos. El carisma misionero está vivo y presenta y trae frutos”. La Prefectura administra también un colegio, frecuentado por muchos jóvenes cristianos y no, y una casa de acogida para servicios sociales urgentes, como asistencia a huérfanos, mujeres abandonadas, a familias pobres. En el complejo los institutos educativos católicos son 19 y los sociales, como hospitales, centros de asistencia para marginados, etc., son 14.
Los salesianos administran una parroquia en Quetta con unas 1200 familias cristianas, un centro juvenil para actividades de catequesis, formación profesional, entretenimiento para jóvenes.
Entre los desafíos y obstáculos más grandes en el territorio de Baluchistan está el de la difusión del integralismo islámico. Los cristianos con frecuencia son considerados “ciudadanos de segunda clase” y como afirman algunos fieles locales “son blanco de los militantes radicales islámicos”, recordando que en agosto del 2007 algunos militares armados realizaron un ataque contra una iglesia de la Prefectura Apostólica de Quetta, hiriendo a algunos fieles. “Pero la llama de la fe cristiana que existe desde hace siglos sigue iluminando nuestra vida”, concluye el p. Víctor. “En el humilde trabajo cotidiano, en el silencio, la oración, las familias católicas dan su testimonio de vida cristiana”. (PA) (Agencia Fides 17/6/2008 líneas: 48 palabras: 724)


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