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Colombo (Agencia Fides) – Un nuevo llamado de los Obispos de Sri Lanka para poner fin al violento conflicto que está manchando de sangre al país. Una vez más la Iglesia, preocupada por la suerte de la población, sobretodo de los civiles inocentes y de los grupos más vulnerables, alza su voz en defensa de las víctimas y pide a las partes en pugna abandonar la violencia, que afecta a todos indistintamente, y daña fuertemente a la nación entera.
Luego de los recientes bombardeos y ataques terroristas que golpearon la capital de Colombo y otras áreas del país, los Obispos difundieron un llamado firmado por Su Excelencia Mons. Vianney Fernando, Obispo de Kandy, y por Mons. Norbert Andradi, Obispo de Anuradhapura, Presidente y Secretario respectivamente de la Conferencia Episcopal. El texto está dirigido al Presidente, al gobierno, a las partes políticas y a los rebeldes tamil, a fin de que se vuelva al camino del diálogo y se busque una solución pacífica al conflicto, que volvió con toda su fuerza destructiva desde inicios del 2008.
Se debe proteger y defender a los civiles inocentes que viven en las áreas donde arrecian los combates, afirman los Obispos: “Estamos profundamente golpeados y entristecidos por la muerte de tantos inocentes en las explosiones de los meses pasados. Las víctimas son personas que estaban realizando sus actividades cotidianas”, nota el texto, en el cual los Obispos reafirman su cercanía y solidaridad con las familias de las víctimas, expresando al mismo tiempo sus condolencias.
“La matanza de seres humanos en general es inaceptable, pero atentar contra la vida de civiles inocentes es abominable”, declara el comunicado, en el que la Conferencia Episcopal expresa todo su rechazo, suplicando “en nombre de Dios y del sufrimiento de la nación” que “la situación sea afrontada con urgencia, para evitar un desastre mayor y alcanzar lo más pronto posible una paz definitiva”.
Los Obispos exhortan a las partes contendientes a reconocer la gravedad de la situación actual: vidas humanas están siendo sacrificadas cada día a causa de la guerra y del terrorismo, la inseguridad reina soberana y no es posible desarrollar normalmente las actividades escolares, el trabajo, el comercio o la vida pública. Todo esto paraliza al país y lo aísla del exterior, agudizándose aún más el deterioro socio-económico.
Por ello la Conferencia Episcopal, afirmando su disponibilidad y el compromiso de la Iglesia en todos los niveles, al servicio de la paz y de la reconciliación, pide a los rebeldes tamil que desistan del camino de la violencia, y alienta a ambas partes a buscar el camino del diálogo, en favor del bien común de todo el país. (PA) (Agencia Fides 13/6/2008; líneas 31, palabras 435)
