EUROPA/ESPAÑA - Primer Congreso Mundial de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos: “los padres tienen derecho prioritario y preferente a educar a sus hijos de acuerdo con sus principios y convicciones”

Zaragoza (Agencia Fides) – “Cuáles han de ser los valores universales que deben presidir la educación del siglo XXI para un mundo mejor”, ha sido el tema del I Congreso Mundial de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, convocado por la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), que se ha celebrado el 6 y 7 de junio en Zaragoza (España). El objetivo fundamental del Congreso ha sido mostrar que por encima de las diferencias sociales, políticas, culturales o religiosa existe una voluntad común de padres y madres para construir un discurso en positivo, a favor de la persona y, en concreto, de la formación de nuestros hijos. Han asistido al Congreso padres de 22 países europeos; 10 países sudamericanos, así como de representantes de algunos países africanos y asiáticos, además de Australia, Canadá y Norteamérica.
Al final del Congreso se ha presentado la “Declaración de Zaragoza 2008 por la Educación” con la que los participantes han querido transmitir a la comunidad educativa de sus respectivos países, a los responsables políticos y a toda la sociedad internacional su compromiso por conseguir la efectividad y el cumplimiento de los derechos y objetivos que se contienen en la declaración.
En primer lugar recuerdan que “los padres tienen derecho prioritario y preferente a educar a sus hijos de acuerdo con sus principios y convicciones morales, filosóficas, religiosas o pedagógicas” y, por tanto, “ninguna otra instancia tiene legitimidad para usurpar este derecho ni para imponer un adoctrinamiento moral o ideológico”. Así mismo “todas las personas tienen derecho a recibir una educación de calidad en libertad que les permita mediante su propio esfuerzo alcanzar su autonomía personal y su realización integral”. Por ello, “ningún ciudadano rectamente formado puede permanecer ajeno o indiferente frente a la pobreza o la ignorancia padecida por otros con quienes tiene un deber de solidaridad universal”.
Se afirma también en la Declaración de Zaragoza que “el pluralismo educativo es un valor fundamental inherente a la educación y supone la diversidad de opciones que caben en una sociedad libre y democrática”.
Consideran los padres de familia que “es necesaria una activa y continuada colaboración e implicación de las familias en el proceso educativo de los hijos”. Por ello, “todas las familias con hijos en edad escolar deben comprometerse a una mayor participación e implicación en el proceso educativo a través de las asociaciones de padres y madres de alumnos”.
Se recuerda también que “ningún gobierno democrático puede discriminar a las familias imponiendo la obligatoriedad de que sus hijos cursen estudios en una escuela gubernamental, sostenida con fondos públicos o de titularidad privada”. Según los padres y madres de familia una correcta educación debe incluir “además de la formación intelectual, la formación física o deportiva de los alumnos, la enseñanza de idiomas y las nuevas tecnologías, que deben ser objeto de aprendizaje en todos los centros”. Además al vivir en un mundo globalizado, los alumnos deben aprender a convivir respetando la diversidad y pluralidad de culturas, la sostenibilidad ambiental, y las ideas y creencias de los demás, sin que ello suponga menosprecio o renuncia de las propias, esforzándose activamente en la integración de los más débiles o necesitados”. (RG) (Agencia Fides 10/6/2008)