VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Savona y Génova — En el Ángelus recuerda a todos los misioneros que salieron del puerto de Génova para América y para otras tierras lejanas y la Conferencia sobre las bombas de racimo

lunes, 19 mayo 2008

Génova (Agencia Fides) - Al final de encuentro con los jóvenes, el Santo Padre Benedicto XVI guió la oración del Ángelus el domingo 18 en la plaza Matteotti en Génova. Al iniciar la oración mariana el Santo Padre recordó su visita al Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, siguiendo las huellas de sus predecesores Benedicto XV y Juan Pablo II.
El Papa invocó la maternal asistencia de la Virgen de la Guardia sobre toda la Comunidad Diocesana: “A Ella le pedimos cuidar, de manera particular, a los enfermos y a los que sufren y de hacer que fructifiquen las iniciativas misioneras que se están preparando, para llevar el anuncio del Evangelio a todos. A María le confiamos toda la Ciudad, con su variada población, sus actividades culturales, sociales y económicas; los problemas y los desafíos de estos tiempos y el compromiso de cuantos colaboran con el bien común”.
Contemplando la Liguria, “cubierta de iglesias y de santuarios marianos” Benedicto XVI agradeció a Dios “por la fe robusta y tenaz de las generaciones pasadas” y recordó que “Liguria y especialmente Génova son desde siempre tierra abierta al Mediterráneo y a todo el mundo: ¡cuántos misioneros han salido de este puerto para América y otras tierras lejanas! ¡Cuánta gente ha emigrado desde aquí a otros países, pobre quizá, de recursos materiales, pero rica de fe y valores humanos y espirituales, que han transplantado en los lugares de destino! Que María, estrella de la esperanza, siga guiando el camino de los genoveses, especialmente de las nuevas generaciones, para que sigan, con su ayuda la justa ruta del mar muchas veces tempestuoso de la vida”.
Después de la oración mariana del Ángelus, el Santo Padre recordó la Conferencia sobre las municiones a racimo con estas palabras: “Quisiera ahora recordar un importante evento que tendrá inició mañana en Dublín: La Conferencia diplomática sobre las municiones a racimo, convocada con el fin de producir una Convención que prohíba estos mortíferos artefactos. Espero que gracias a la responsabilidad de todos los participantes se llegue a crear un instrumento internacional fuerte y creíble: es necesario remediar los errores del pasado y evitar que se repitan en el futuro. Acompaño con mi oración a las víctimas de las municiones de racimo y a sus familiares, así como a todos los que participan en la Conferencia, formulando mis mejores deseos de éxito”. (S.L.) (Agencia Fides 19/5/2008; líneas 30, palabras 430)


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