VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Savona y Génova — “Cada unos de vosotros, queridos jóvenes, si permanece unido a Cristo y a la Iglesia puede realizar grandes cosas”

lunes, 19 mayo 2008

Génova (Agencia Fides) - El domingo 18 de mayo después de visitar el Hospital “Gaslini”, el Papa tuvo un encuentro con los jóvenes en la Plaza Matteotti de Génova. “¡Vosotros sois la juventud de Génova! ¡Os abrazo con el corazón de Cristo! Afirmó el Papa al inicio de su discurso agradeciendo también el trabajo de preparación “no sólo exterior sino sobre todo espiritual”.
“Es hermoso ser joven y hoy todos quieren ser jóvenes, permanecer jóvenes y se disfrazan de jóvenes, aún cuando el tiempo de la juventud ha pasado ya, visiblemente pasado” subrayó el Santo Padre que quiso responder inmediatamente después a la pregunta “¿Por qué es hermoso ser joven?”. “La juventud tiene todo el tiempo por delante, todo es futuro, tiempo de esperanza. El futuro está lleno de promesas —afirmó el Papa—. Sin embargo, hoy, para muchos está lleno de amenazas, sobre todo sienten la amenaza de un gran vacío. Por eso quieren detener el tiempo por miedo a un futuro en el vacío. Quieren consumir toda la belleza de la vida en un instante y así el aceite de la lámpara ha sido ya consumido cuando la vida está aún por comenzar”.
Frente a ello el Santo Padre subrayó la importancia de saber elegir: “Quién ha escogido a Dios, también en la vejez tendrá un futuro sin fin y sin amenazas delante de si. La primera elección fundamental tiene que ser Dios, el Dios que se ha revelado en su Hijo Jesucristo, y es a la luz de esta opción que se nos ofrece al mismo tiempo una compañía en este camino, una compañía confiable que no nos deja nunca. A la luz de esta elección es que se encuentran los criterios para las otras opciones necesarias”.
El Papa les recordó a los jóvenes que Jesús “es el Amigo que no traiciona nunca, fiel hasta dar su vida en la cruz... sólo Él puede disipar vuestras preocupaciones y temores y colmar vuestras expectativas”. Continuando con su discurso el Papa alentó a cultivar la vida espiritual a través de la cual se pueden encontrar con Jesús, el “Rostro concreto de Dios”. “Pero —preguntó el Papa— ¿cómo se puede amar lo que no se conoce? El conocimiento impulsa al amor y el amor estimula el conocimiento. Es así también con Cristo. Para encontrar el amor con Cristo, para encontrarlo realmente como compañero de nuestra vida, debemos sobre todo conocerlo... es importante no reducirnos a la superficialidad de aquellos que han escuchado algo de Él —que era una grande personalidad etc.— sino instaurar una relación personal para conocerlo realmente. Para esto es necesario conocer la Escritura, sobre todo los Evangelios, donde el Señor habla con nosotros... Este diálogo con el Señor en la Escritura debe ser no sólo un diálogo individual sino también comunitario, en la gran comunión de la Iglesia, donde Cristo está siempre presente, en la comunión de la liturgia, en el encuentro personalísimo de la Santa Eucaristía y en el sacramento de la Reconciliación... Sólo así, conociendo personalmente a Jesús, podremos también comunicar esa amistad a los demás”.
Al final del encuentro el Santo Padre entregó a algunos jóvenes el Evangelio como signo de un mandato misionero. Anticipando este gesto, en la homilía el Santo Padre afirmó: “Id y anunciad, queridos jóvenes, en los ambientes de la vida, en las parroquias, en los barrios más difíciles, en las calles! Anunciad a Cristo Señor esperanza del mundo. Permaneced Unidos pero no cerrados. Sed humildes pero no pávidos. Sed simples pero no ingenuos. Sed reflexivos pero no complicados. Entrad en diálogo con todos, pero sed vosotros mismos. Permaneced en comunión con vuestros pastores: son ministros del Evangelio, de la divina Eucaristía, del perdón de Dios. Son para vosotros padres y amigos, compañeros en vuestro camino. Vosotros tenéis necesidad de ellos, y ellos —todos nosotros— tenemos necesidad de vosotros. Cada uno de vosotros, queridos jóvenes, si permanece unido a Cristo y a la Iglesia puede realizar grandes cosas” (S.L.) (Agencia Fides 19/5/2008; líneas 46, palabras 685)


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