VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Savona y Génova — “Que el Instituto Gaslini sea un auténtico ‘santuario de la vida’ y un ‘santuario de la familia’, donde junto a la profesionalidad los trabajadores de cada sector unan afecto y atención por la persona”

lunes, 19 mayo 2008

Génova (Agencia Fides) - A las 9 de la mañana del domingo 18 de mayo el Santo Padre Benedicto XVI visitó en forma privada el Santuario de la Virgen de la Guardia en Cerànesi-Campomorrone. Después de la adoración del Santísimo Sacramento el Papa rezó ante la imagen de la Virgen, depositando una rosa de oro a sus pies en recuerdo de su visita. Seguidamente se traslado al Hospital “Gaslini” donde se detuvo unos momentos en el Pabellón 16 saludando a los niños y a sus padres y entregándole al Capellán un regalo para los pequeños internos para a continuación dirigirse a la plaza de ingreso del hospital para el encuentro con los dirigentes, el personal médico, los enfermeros y los niños internados y sus familiares.
‘El Gaslini nació gracias al corazón generoso de un benefactor, el industrial y Senador Gerolamo Gaslini, quién dedicó esta obra a su hija fallecida con apenas 12 años, y ahora es parte de la historia de caridad que ha hecho de Génova una ‘ciudad de caridad cristiana” —afirmó el Santo Padre en su discurso—. También hoy día la fe inspira a muchas personas de buena voluntad gestos de amor y de apoyo concreto a este Instituto, que con justo orgullo los Genoveses lo consideran como un patrimonio precioso. Agradezco a todos y os aliento a continuar.”
Dirigiéndose a los médicos, investigadores, personal paramédico y administrativo así como a los capellanes, voluntarios y a cuantos se ocupan de la asistencia espiritual de los pequeños huéspedes y de sus familiares, el Papa subrayó su esfuerzo conjunto por “hacer que el Instituto Gaslini sea un auténtico ‘santuario de la vida’ y un ‘santuario de la familia’ donde junto a la profesionalidad los trabajadores de cada sector unan afecto y atención por la persona. La decisión del Fundador, por la cual el Presidente de la Fundación tiene que ser el Arzobispo pro tempore de Génova, manifiesta la voluntad de que la inspiración cristiana del Instituto nunca decaiga y que todo se sostenga en los valores evangélicos”. Citando la voluntad del Fundador, Benedicto XVI recordó que “irradiar el bien a través del afectuoso cuidado a los pequeños enfermos es el fin de este hospital”, deseando que “este excelente Instituto Pediátrico continúe a desarrollarse tecnológicamente, en la atención y en los servicios; pero también en extender cada vez más los horizontes en esa óptica de positiva globalización por la que se reconocen los recursos, los servicios y las necesidades creando y reforzando una red de solidariedad tan urgente y necesaria en la actualidad”.
Para que este lugar de salud sea cada vez más un “lugar de esperanza” no es suficiente basarse sólo en las especialidades en campo pediátrico, por las que es muy estimado y reconocido, sino que “es indispensable que esta esperanza sea sostenida por una visión más alta de la vida, que permita al científico, al médico, al profesional, al asistente, a los mismos padres, empeñar todas sus capacidades, sin ahorrar esfuerzos, para obtener los mejores resultados que la ciencia y la técnica pueden ofrecer hoy, en el campo de la prevención y de la cura. Es así que se hace presente el pensamiento de la silenciosa presencia de Dios, que acompaña casi imperceptiblemente al hombre en su largo camino en la historia. La verdadera esperanza ‘confiable’ es sólo Dios, que en Jesucristo y en su Evangelio nos abre en el futuro la oscura puerta del tiempo”.
Después de haber recordado la predilección de Jesús por los niños, como nos lo recuerda el Evangelio, el Santo Padre se dirigió a los niños internados en el hospital: “El Papa os quiere mucho. Veo también a vuestros familiares, que comparten con vosotros momentos de trepidación y de esperanza. Tened por cierto: Dios nunca nos abandona. Permaneced unidos a El y no perderéis nunca la serenidad, ni siquiera en los momentos más oscuros y complejos. Os aseguro mi oración y os confió a María Santísima”. (S.L.) (Agencia Fides 19/5/2008; líneas 47, palabras 695)


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