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Johannesburgo (Agencia Fides)- Dura condena de la Iglesia sudafricana a los graves actos de violencia contra los emigrantes provenientes de Zimbabwe y Mozambique en la ciudad de Alexandra, un sector pobre cercano a la zona de negocios de Johannesburgo. A lo largo de la semana se dieron una serie de ataques por bandas armadas con machetes y pistolas que han dejado dos personas muertas y varias otras heridas.
“Los recientes ataques contra quienes no han nacido en Sudáfrica generan vergüenza y preocupación”, afirma S.E. Mons. Buti Tlhagale, Arzobispo de Johannesburgo y Presidente de la Southern African Catholic Bishops’ Conference (SACBCI), en un comunicado enviado a la Agencia Fides. “Los derechos humanos basilares son parte de nuestra dignidad de seres humanos, que nos es dada por Dios. Él nos ha creado iguales y nos ha creado para la vida en comunidad. No tiene confines. Jesús, Hijo de Dios, rompe todas las convenciones sociales mostrando el amor de Dios por todos. Nadie tiene el derecho a negar nuestra dignidad donada por Dios ni nuestros derechos humanos, como se vio en la lucha contra el apartheid. Sin embargo una nueva mentalidad apartheid está asesinando nuestro país y dignidad”, afirmó el Arzobispo de Johannesburgo.
“Recordemos algunos puntos esenciales: los Diez Mandamientos se aplican al modo en el que tratamos a los extranjeros. Esto significa que el mandamiento ‘no matarás’ se aplica en la condena de las acciones de criminales sudafricanos que están actuando en Alexandra. Ha habido más de 15 episodios de violencia contra extranjeros en Sudáfrica en los últimos 5 meses. El Mandamiento ‘no desear los bienes de los otros’ se aplica en la condena de aquellos delincuentes que llenos de envidia atacan a quienes tienen las capacidades y ganas de encontrar un trabajo”, prosiguió Mons. Tlhagale.
El Arzobispo advirtió también a los católicos que simpatizan con los violentos: “Seré sincero pues la situación lo exige. Todos aquellos que participan en la marcha para protestar contra los ‘extranjeros’ están dando un paso hacia el infierno. Prohíbo a todos los católicos de la Arquidiócesis ayudar a personas turbulentas y aprobar su comportamiento. Hago un llamado a los católicos y a las personas de buena voluntad de Alexandra a ser los primeros en salir al encuentro y ayudar a quienes han sido tratados tan brutalmente. Pido a la policía que haga respetar los derechos fundamentales garantizados por nuestra Constitución a todos los seres humanos, recordando que nuestro país se enorgullece por velar por tales derechos”.
“Pido a las víctimas de estos ataques perdonarnos por nuestros pecados”, concluye el Arzobispo. (L.M.) (Agencia Fides 15/5/2008 líneas 31 palabras 443)
