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Yangon (Agencia Fides) - Más de 15 mil muertos y 30 mil desaparecidos en una tragedia que, según las estimaciones sobre el número de víctimas, que continúa creciendo, podría resultar “más grave que el tsunami”, según afirman algunos observadores internacionales. El ciclón Nargis que el pasado 3 de mayo golpeó la parte centro-meridional de Myanmar (en la zona del delta del río Irrawaddy), ha tenido consecuencias catastróficas que todavía se están evaluando. Lo que es dato cierto hasta ahora es la desaparición de poblaciones enteras. La maquinaria de auxilios, en cambio, se mueve lentamente en parte a causa de los obstáculos políticos: la junta militar en el poder en Myanmar está aceptando por ahora solamente ayudas de la ONU y de las ONG’s, poniendo reservas a los ofrecimientos de ayuda de otros gobiernos. De este modo, para poder hacer llegar las ayudas a la población golpeada por el ciclón, los expertos tendrán que negociar con el régimen su ingreso al territorio birmano.
Mientras tanto, las agencias de la ONU y de otros grupos internacionales se han reunido en Bangkok, Thailandia, para coordinar la ayuda. La ONU ha hecho notar que inmediatamente ha sido organizada una Unidad “Disaster Assessment and Coordination” (UNDAC), lista para intervenir.
En el esfuerzo de solidaridad se ha movilizado Caritas Internationalis, que está tratando de coordinar la ayuda a través de Caritas Myanmar. La situación resulta difícil también a causa de la falta de medios de comunicación (pistas, líneas eléctricas y telefónicas), muchos de los cuales han sido destruidos por el siniestro. “Queremos llevar alimento, frazadas, carpas, agua potable, asistencia médica”, dijo Dolores Halpin Bachmann, responsable del equipo de Emergencia de Caritas Internationalis. “Las noticias son pocas y fragmentadas; estamos sumamente preocupados. Sabemos por experiencia que los primeros días son cruciales para salvar vidas humanas. Pedimos al gobierno hacer lo posible por facilitar el trabajo de los voluntarios en la ayuda humanitaria”, agregó.
Entre las otras organizaciones humanitarias autorizadas están “World Vision” y “Action Aid”. “Más del 75% de las casas ha sido devastado. Se necesitarán días antes de poder llegar a aquellas zonas”, afirmó Niaz Murtaza, coordinador para la región Asia de ActionAid, que actúa en 30 poblaciones de la zona golpeada por Nargis.
Debido al Ciclón, la junta militar en Myanmar ha anunciado el aplazamiento del referendo sobre la nueva Constitución en las áreas más devastadas por el paso del Ciclón. La consulta, programada para el 10 de mayo, se tendrá entonces el 24 de mayo en 47 distritos, 7 en la región sur occidental del delta del Irrawaddy y 40 en las zonas que rodean la antigua capital Yangon. Por primera vez desde hace unos 20 años la población de Myanmar ha sido llamada a las urnas, aunque de facto se perfila un plebiscito sobre la nueva normativa planteada por el gobierno, en vista de las elecciones previstas para el 2010. (PA) (Agencia Fides 6/5/2008; líneas 38, palabras 497)
