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Kinshasa (Agencia Fides)- “La República Democrática del Congo puede ser nuevamente frecuentable” afirma una editorial del periódico congoleño “Le Potentiel”, dedicado al aumento de relaciones políticas y, sobre todo, económicas del Congo con las mayores potencias mundiales.
Los Estados Unidos, la Unión Europea (y varios Estados de Europa por su cuenta), China e India están multiplicando los contactos y los contratos con sus contrapartes congoleñas. Por ejemplo, ha llamado mucho la atención el acuerdo de 8mil millones de dólares, anunciado en setiembre de 2007 entre el gobierno de Kinshasa y un grupo de empresas chinas para rehabilitar la infraestructura del país africano y potenciar el sector minero. “La reconstrucción del país no se hará sólo con los chinos. Se hará con todos, con nuestros socios en buena fe, y en primer lugar con nosotros mismos” afirmó el Presidente Joseph Kabila a la prensa belga, calmando los temores occidentales.
En efecto, la República Democrática del Congo ha visto llegar importantes recursos financieros de donantes internacionales, tanto tradicionales (Banca Mundial) como nuevas potencias (China e India). El país espera la anulación de los 9mil millones de dólares en deuda externa obtenida a través de un programa de reorganización estructural impuesto por el Banco Mundial. Sin embargo, los programas de reorganización estructural suponen la reducción de gastos estatales disminuyendo por lo general los fondos de salud e instrucción, o en todo caso del Estado social. La llegada de fondos de potencias asiáticas puede constituir una atrayente alternativa al juego financiero internacional. La contrapartida son los recursos naturales congoleños, considerados de vital importancia para la economía mundial. Los dirigentes congoleños tienen la posibilidad, negociando en varias mesas al mismo tiempo, de obtener fondos y prestamos a condiciones mejores respecto al pasado reciente.
Los fondos obtenidos tienen que ser invertidos con atención para favorecer un crecimiento real del país. “Disponer de las oportunidades de relanzar la economía es una cosa, pero administrar con conciencia es otra. Es este equilibrio el que los dirigentes del país tienen que resolver para no perder la oportunidad” afirma “Le Potentiel”.
Si los recursos naturales del Congo, a causa de su importancia estratégica, pueden ser una bendición para el país, la historia colonial y post-colonial demuestran lo contrario. De la esclavitud impuesta en el “Estado libre del Congo”, como se llamaba durante la colonia, a los golpes de Estado y las guerras civiles que han marcado los 48 años de la historia independiente del país. Entre los recursos naturales se encuentran no sólo diamantes y oro sino sobre todo minerales estratégicos para la industria mundial, desde el coltán al vanadio, del manganeso al cobalto, del uranio (el de la bomba de Hiroshima provenía del Congo) al petróleo. Por lo tanto el riesgo de que el Congo continúe a ser un terreno de enfrentamientos entre facciones locales representativas de las distintas potencias mundiales es un dato de hecho del que los congoleños son concientes. Para evitar que el Congo pierda esta nueva ocasión de desarrollo es necesario, por un lado, elaborar una estrategia de seguridad nacional y, por otro lado, un plan de desarrollo que tenga en cuenta las exigencias primarías de la población. (L.M.) (Agencia Fides 6/5/2009 líneas 41 palabras 540)
