VATICANO - Benedicto XVI desea a los nuevos sacerdotes "difundir, allí dónde serán destinados, la alegría y la esperanza del Evangelio" y lanza un llamamiento por algunos países africanos

lunes, 28 abril 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Alegría y esperanza por los nuevos sacerdotes ordenados y por el viaje apostólico a Estados Unidos, un augurio a las Iglesias Orientales que celebran la Pascua y un llamamiento por África han constituido los temas principales de la reflexión del Santo Padre Benedicto XVI en el Regina Cæli del domingo 27 de abril.
Refiriéndose a la celebración que acababa de concluir poco antes en la Basílica Vaticana en la que ordenó a 29 nuevos Sacerdotes, el Papa ha afirmado que "todos los años constituye un momento de especial gracia y de gran fiesta: savia renovada penetra en el tejido de la comunidad, tanto de la eclesial como de la ciudadana. Si bien es verdad que la presencia de los sacerdotes es indispensable para la vida de la Iglesia, también es preciosa para todos". A continuación, el Santo Padre ha recordado que "el sentido de la misión de la Iglesia y en particular de los sacerdotes" es ¡sembrar en el mundo la alegría del Evangelio! Donde Cristo es predicado con la fuerza del Espíritu Santo y es acogido con espíritu abierto, la sociedad, a pesar de que tenga muchos problemas, se convierte en ‘ciudad de la alegría’, … Este es, por tanto, mi deseo para los nuevos sacerdotes, por quienes os invito a rezar: ¡que puedan difundir, allí donde estén destinados, la alegría y al esperanza que surgen del Evangelio!”
A continuación, Benedicto XVI ha recordado que su reciente viaje apostólico a Estados Unidos tuvo por lema: "Christ our Hope - Cristo nuestra Esperanza", y ha continuado: " Doy las gracias porque ha bendecido abundantemente esta singular experiencia misionera y me ha permitido ser instrumento de la esperanza de Cristo para esa Iglesia y para la de ese país. Al mismo tiempo, le doy las gracias porque yo mismo he sido confirmado en la esperanza por los católicos estadounidenses: he visto una gran vitalidad y la voluntad decidida de vivir y testimoniar la fe en Jesús”.
El último pensamiento antes de la oración mariana ha sido para las Iglesias Orientales que, según el calendario juliano, celebran este domingo la solemnidad de la Pascua. "Deseo expresar a estos hermanos y hermanas nuestros mi fraterna cercanía espiritual- ha dicho el Papa -. Les saludo cordialmente, pidiendo al Dios uno y trino que les confirme en la fe, les llene de la luz resplandeciente que surge de la resurrección del Señor y que les consuele en las situaciones difíciles en las que con frecuencia tienen que testimoniar el Evangelio. Invito a todos a unirse conmigo en la invocación de la Madre de Dios para que el camino del diálogo y de la colaboración, emprendido desde hace tiempo, lleve pronto a una comunión más completa entre todos los discípulos de Cristo para que sean un signo cada vez más luminoso de la esperanza de toda la humanidad”.
Inmediatamente después del rezo del Regina Cæli, el Santo Padre Benedicto XVI ha lanzado un llamamiento por África, con estas palabras: "Las noticias que llegan desde algunos países africanos siguen siendo motivo de profundo sufrimiento y preocupación. ¡Os pido que no os olvidéis de estas trágicas vicisitudes y de los hermanos y hermanas que han quedado involucrados! ¡Os pido que recéis por ellos y que les prestéis vuestra voz! En Somalia, especialmente en Mogadiscio, duros enfrentamientos hacen cada vez más dramática la situación humanitaria de esa querida población, desde hace demasiados años oprimida bajo el peso de la brutalidad y de la miseria. Darfur, a pesar de algunos momentáneos momentos de calma, sigue siendo una tragedia sin fin para centenares de miles de personas indefensas y abandonadas a sí mismas. Por último, Burundi. Después de los bombardeos de los días pasados, que han golpeado y aterrorizado a los habitantes de la capital, Bujumbura, y que han tocado también la sede de la nunciatura apostólica, ante el riesgo de una nueva guerra civil, invito a todas las partes en causa a retomar sin demora el camino del diálogo y de la reconciliación.
Confío en que las autoridades políticas locales, los responsables de la comunidad internacional y toda persona de buena voluntad no ahorren esfuerzos para hacer que cese la violencia y honrar los compromisos asumidos, de manera que se pongan sólidos cimientos para la paz y el desarrollo. Confiamos nuestras intenciones a María, Reina de África”. (S.L) (Agencia Fides 28/4/2008; Líneas: 52 Palabras: 755)


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