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Mannar (Agencia Fides) - Preservar el Santuario de Nuestra Señora de Madhu, símbolo universal de paz y reconciliación, de los horrores de la guerra y de la violencia del conflicto que empeora en Sri Lanka: es este el fin de la vasta campaña de movilización lanzada por la Iglesia ceilanesa, y, que en las pasadas semanas, ha visto con preocupación disparos y violencia acercarse amenazadores y afectar el área del Santuario.
En los años pasados el Santuario de Madhu, donde desde hace 400 años se venera una imagen de la Virgen María, fue siempre considerado por las partes en conflicto (ejército y guerrilla tamil) como “zona franca” y librado así de ataque alguno. Al punto que, en momentos particularmente duros del conflicto, el área del Santuario servía de refugio para familias y civiles que habían encontrado ahí un reparo seguro. El lugar es meta de peregrinaciones para personas de todas las religiones y es universalmente reconocido en Sri Lanka como uno de los lugares más sagrados y más respetados por toda la población.
Ahora la Iglesia ha visto el peligro para el Santuario y ha hecho sentir su voz para salvar Madhu de la violencia. Mons. Rayappu Joseph, Obispo de Mannar, en cuyo territorio se encuentra el Santuario, ha celebrado un solemne momento de oración y guiado una procesión silenciosa por las calles de la ciudad, invitando a files y ciudadanos a unirse a la invocación “para salvar Madhu”. El Obispo ha entregado una declaración al representante gubernamental en Mannar, para evitar acciones militares en la zona circunstante al Santuario, dado que la Iglesia y los edificios del Santuario podrían verse fácilmente afectados, incluso por error.
El Obispo ha pedido a la policía y al ejército una especial protección para el Santuario, invitando al gobierno a proclamar nuevamente, con urgencia, aquella Madhu “zona de paz” y a cancelar toda operación militar en el área, donde existen algunos guerrilleros tamil que el ejército querría atacar.
En las pasadas semanas el mismo Obispo y numerosos peregrinos no han podido dirigirse al Santuario a causa de los violentos encuentros en los alrededores. P. Emilianuspillai Santhiapillai, Administrador del Santuario, ha confirmado haber encontrado proyectiles y restos de artillería en el área y haber aconsejado a sacerdotes, religiosas y laicos que administran la estructura a no salir al descubierto. Los militares de ambos frentes, en efecto, están combatiendo en los alrededores, sin preocuparse por lo que pueda suceder.
En esta delicada y peligrosa situación, Mons. Ryappu Joseph ha dado la disposición al Administrado de llevarse la estatua de Nuestra Señora de Madhu a un lugar más seguro: ha sido de este modo temporalmente llevada a la Iglesia de Thevanpitti, al confín de la diócesis de Mannar.
“Miles de personas desean ir a Madhu para encontrar consolación, para rezar y encontrar refugio en la Virgen María. Por esto el gobierno debe garantizar la seguridad de este lugar sagrado”, pide con fuerza el Obispo. El Obispo de Colombo, Mons. Oswald Gomis, y de la Conferencia Episcopal, ha hecho suyo el pedido, y ha dirigido una carta al Presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksha (PA) (Agencia Fides 4/4/2008 líneas 34 palabras 347)
