ASIA/TIMOR ORIENTAL - La Iglesia comprometida en la mediación con los grupos rebeldes: reconciliación nacional más cercana

martes, 4 marzo 2008

Dili (Agencia Fides) - Diálogo, arrepentimiento, reconciliación, pacificación nacional: son estos los senderos a lo largo de los cuales está comprometida, en la difícil situación de tensión política y social, la Iglesia católica en Timor Oriental. En la historia de la pequeña república asiática, de gran mayoría católica, la Iglesia siempre ha tenido una influencia y un ascendiente en la sociedad, orientándola hacia el bien común, la paz, la armonía.
Actualmente, gracias a los esfuerzos de mediación de líderes católicos, parece haberse abierto una brecha para la reconciliación de la población, conmocionada por el atentado al presidente José Ramos-Horta y por la rebelión de un grupo de militares (ver Fides 25/2/2008). El mismo Presidente, herido gravemente e internado hasta ahora en un hospital de Darwin (Australia), ha dado un primer paso anunciando el perdón a los que atentaron contra él, y diciéndose animado no por la venganza sino por el deseo de pacificación.
Mientras tanto, algunos líderes rebeldes han dejado filtrar su disponibilidad a hacer enmienda pública y algunos ya se han rendido y entregado a las fuerzas del orden. La obra de la Iglesia, que ha recibido alabanzas y consenso a nivel político y social, está dando los primeros frutos. Todos nutren la esperanza de que el grupo completo de militares rebeldes entregue las armas y abandone los propósitos de subversión, cerrando el episodio y abriendo una nueva fase de paz. El gobierno se ha declarado incluso dispuesto a perdonar a los rebeldes, reintegrándolos en sus funciones de soldados. La situación, por tanto, permite tener esperanzas.
La República Democrática de Timor Oriental nació oficialmente el 20 de mayo de 2002, después de un periodo bajo la administración transitoria de las Naciones Unidas. En Timor más del 90% de la población se profesa católica. Por ello la Iglesia tiene un rol muy importante en la formación de las conciencias de los ciudadanos timorenses.
La nación está comprometida en el “diálogo nacional” sobre los temas de la justicia y de la reconciliación, en el cual están comprometidos miembros del Parlamento, organizaciones sociales y políticas, representantes de la comunidad católica. La Iglesia local siempre ha acentuado la necesidad del “perdón en la verdad y en la justicia”, como base para reforzar la unidad nacional.
Además de servir a las necesidades espirituales de los más de 665,000 fieles en las diócesis de Dili y Baucau, la Iglesia en Timor Oriental ofrece servicios sociales y de salud y coordina programas de desarrollo para los agricultores. Entre los desafíos de la recién nacida nación se encuentra la reconstrucción de la infraestructura, escuelas, hospitales y de una burocracia eficiente para los diversos sectores de la vida pública. (PA) (Agencia Fides 4/3/2008 líneas 31 palabras 443)


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