AFRICA/BURKINA FASO - El alza de los precios del petróleo y de los productos alimenticios genera tensiones

martes, 4 marzo 2008

Ouagadougou (Agencia Fides)- El alto precio del petróleo y de los productos alimenticios, la democracia imperfecta y la falta de perspectivas para los jóvenes están creando una mezcla explosiva en diversos Países africanos. En Burkina Faso 184 personas fueron arrestadas en días pasados durante las protestas por el encarecimiento de los precios de los productos de primera necesidad. En Camerún violentas protestas contra el alza de los costos del carburante han sacudido el país y han provocado al menos 17 muertos (ver Fides 28/2/2008).
En ambos casos la protesta por el “alto costo de vida” se suma a la protesta política ante regímenes esclerotizados, caracterizados por personalismos y por un escaso recambio en las altas esferas del Estado. Son sobre todo los jóvenes los que salen a las calles: los jóvenes que no ven ante sí perspectivas serias de mejorar sus condiciones de vida. El alza de los precios del petróleo (pero también de las provisiones alimentarias) obra por ello como una especie de detonador de tensiones sociales latentes.
Los Países africanos que no producen suficiente petróleo o comida, y por ello dependen mayormente de las importaciones energéticas y alimentarias, son los más golpeados. Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional afirman efectivamente que el continente africano, tomado en su totalidad, tiene una capacidad mayor que en el pasado para absorber las consecuencias de la recesión mundial. Según el FMI, los estados africanos podrán gozar de los beneficios del alza de los precios de las materias primas, del petróleo y de los metales, preciosos o no, así como del aumento de las inversiones extranjeras en África (gracias también al aporte de capitales de las potencias asiáticas). El FMI estima que la economía africana crecerá este año el 6.5%. Pero el mismo Fondo advierte que el aumento de los precios del petróleo representa un peligro para la economía de los Estados del continente.
El crecimiento económico es un dato importante, pero debe ser acompañado por políticas sociales para redistribuir la riqueza producida en beneficio de la totalidad de la población, especialmente de los estratos más necesitados. Es necesario además invertir en programas a largo plazo para diversificar la economía de buena parte de los Estados africanos, que en general dependen de pocos rubros de exportación, ligados a la agricultura (café, cacao, etc.), al sector minero (del oro a la bauxita, de los diamantes al cobre) y petrolífero. Las políticas de desarrollo que privilegian la formación de los jóvenes, la creación de puestos de trabajo, la construcción de las obras de infraestructura necesarias para el bienestar del País, presuponen una mirada a largo plazo por parte de los políticos locales que actúen en favor del bien común. En muchas ocasiones los Obispos africanos han reclamado a la clase dirigente local que asuman sus responsabilidades en la buena gestión de la cosa pública, porque el desarrollo económico depende también de un buen gobierno. (L.M.) (Agencia Fides 4/3/2008 líneas 34 palabras 481)


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