ASIA/CHINA - La comunidad católica de Mongolia recupera la comunión gracias a la Carta del Papa a los católicos chinos; más de 1.300 fieles en el Primer Congreso de Evangelización

viernes, 29 febrero 2008

Bao Tou (Agencia Fides) - La Carta del Papa Benedicto XVI a los Obispos, a los presbíteros, a las personas consagradas y a los fieles de la Iglesia Católica en la República Popular China está cosechando frutos en el campo de la Evangelización en toda la China continental. Según lo referido por Faith de He Bei, la comunidad católica de Mongolia, gracias a la Carta del Papa, ha recuperado la comunión luego de 20 años de incomprensiones y divisiones. Durante el Año Nuevo chino dos sacerdotes de la parroquia de Xiao Ba La Gai, de la diócesis de Bao Tou, importante ciudad de Mongolia, han organizado el primer Congreso de Evangelización local, celebrado del 13 al 21 de febrero.
Más de 1300 fieles del lugar y de las zonas cercanas se reunieron en signo de comunión, en el contexto de la difícil y dolorosa historia de la comunidad católica local y confirmando con gran firmeza la volunta de proseguir por el camino de la recuperada comunión a la luz de las enseñanzas del Papa Benedicto XVI. Durante la solemne Procesión Eucarística en la vigilia del Congreso, más de 2000 fieles acompañaron al Santísimo Sacramente desde la capilla provisional hacia la iglesia grande.
En el pasado, esta comunidad vivió páginas gloriosas de la historia de la evangelización, que se remonta a los años 1300-1400, con un gran desarrollo en el siglo XIX gracias a los misioneros de Scheut (CICM). Lamentablemente todo fue destruido durante la revolución cultural. Cuando fue posible reabrir la iglesia, la primera cosa que hizo un sacerdote apenas salido de la cárcel fue celebrar la Santa Misa en campo abierto, bajo la nieve. Desde ese entonces, a lo largo de los últimos 20 años de camino, la vida de la comunidad ha estado signada, lamentablemente, por conflictos, incomprensiones y divergencias. Gracias a la oración, a la efusión del Espíritu Santo y a las indicaciones contenidas en la Carta del Papa, los católicos de diversas comunidades están nuevamente unidos, sin rencores ni acusaciones ni reproches. Durante el Primer Congreso de Evangelización se respiraba un ambiente de amor y comunión. Como dijo un anciano jefe del grupo local, “ahora la Iglesia está nuevamente unida. Puedo finalmente volver a la casa del Padre con la conciencia en su sitio y sin rencor”. La comunidad entera es hoy “asidua en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la unión fraterna, en la fracción del pan y en la oración” (Hech 2,42). (NZ) (Agencia Fides 29/02/2008; líneas 30, palabras 435)


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