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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La reflexión del Santo Padre Benedicto XIII, antes del rezo del ángelus del domingo 24 de febrero se ha centrado en el diálogo entre Jesús y la Samaritana (cfr Jn 4,5-42) propuesto en la liturgia del tercer domingo de Cuaresma. "Es imposible condensar en una breve explicación la riqueza de este página evangélica: hay que leerla y meditarla personalmente" ha subrayado el Papa, invitando a identificarse con el estupor de aquella mujer samaritana que se encontró con Jesús sentado junto al pozo al que se había dirigido para sacar agua. El estupor de la mujer estaba sobre todo en el hecho de que un judío, Jesús, dirigiera la palabra a una mujer samaritana, y además desconocida; Luego Jesús habló de un "agua viva" capaz de saciar la sed y convertirse en ella "en fuente de agua que salta hasta la vida eterna"; demostró que conocía su vida personal; reveló que había llegado la hora de adorar el único Dios verdadero en espíritu y verdad; y al final le confió - cosa rarísima - que era el Mesías.
A continuación el Papa ha evidenciado como el tema de la "sed" recorre todo el Evangelio de Juan: "La sed de Cristo es una puerta de entrada al misterio de Dios, que se hizo sediento para saciarnos, como se hizo pobre para enriquecernos. Sí; Dios tiene sed de nuestra fe y de nuestro amor. Como un padre bueno y misericordioso desea para nosotros todo el bien posible, y este bien es Él mismo. La mujer de Samaría representa en cambio la insatisfacción existencial de quien no ha encontrado lo que busca… Para ella todo cambió aquel día, gracias a la conversación con el Señor Jesús". El Santo Padre ha concluido su explicación con esta exhortación: "abramos también nosotros el corazón a la escucha confiada de la palabra de Dios para encontrar, como la samaritana, a Jesús que nos revela su amor y nos dice: el Mesías, tu salvador, “soy yo, el que te está hablando” . Que nos obtenga este don María, primera y perfecta discípula del Verbo hecho carne”.
Después del ángelus el Santo Padre ha lanzado este llamamiento a la solidaridad por Ecuador: "Recientes inundaciones han devastado amplias zonas costeras de Ecuador, provocando graves daños, que se suman a aquellos ya causados por la erupción del volcán Tungurahua. A la vez que confío al Señor las víctimas de tal calamidad, expreso mi personal cercanía a cuantos están viviendo horas de angustia y tribulación e invito a todos a una fraterna solidaridad, para que las poblaciones de aquellas zonas puedan volver, cuanto antes, a la normalidad de la vida cotidiana".
Por último, Benedicto XVI ha dirigido una invitación a los jóvenes universitarios de Roma a participar en la vigilia mariana del sábado 1 de marzo, a las 17horas, en el aula Pablo VI en la que participarán, en conexión radio-televisiva, también estudiantes de otros países de Europa y de América”. (S.L) (Agencia Fides 25/2/2008; Líneas. 35 Palabras: 529)
