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Sydney (Agencia Fides) - Los jóvenes de la comunidad aborigen de las islas Tiwi, a lo largo de la costa septentrional de Australia, podrán participar en el gran evento de la Jornada Mundial de la Juventud, en julio del 2008, gracias a la contribución solidaria de los jóvenes de tres escuelas de Sydney.
La población local aborigen habita las islas Tiwi, 80 km al norte de Darwin, desde hace miles de años y recibió por primera vez el anuncio del Evangelio a inicios del siglo XX, De esta realidad provienen 16 jóvenes de la comunidad de Nguiu, que serán hospecados en Sydney gracias a la hermandad establecida entre tres institutos educativos de la ciudad: el “Clancy Catholic College”, las escuelas “Holy Spirit Primary” y “St. Catherine of Siena Primary”.
Estos institutos han recogido 7.500 dólares en tres meses, desde que comenzó a circular entre los estudiantes la propuesta de sostener la participación de jóvenes aborígenes. Además de ello, una ulterior contribución llegó de la administración civil de Tiwi y de algunos establecimientos comerciales y pequeñas empresas de las islas, gracias a los cuales se logró reunir la suma de 20.000 dólares, necesaria para permitir a los jóvenes participar en la JMJ.
Una de las peregrinas de Tiwi, Chrystal Jonson, manifestó su entusiasmo al poder encontrarse con el Santo Padre: “Espero que la JMJ sea una experiencia para aprender más sobre mi fe y para poder también ayudar a mi comunidad a crecer en la fe”.
Como informa Stephen Mahoney, del Comité organizador de la JMJ de Sydney, más de 139 escuelas de la ciudad se ha comprometido formando hermandades con comunidades aborígenes lejanas en las áreas de Broome, Darwin, Alice Springs y, en el exterior, con jóvenes de Papúa Nueva Guinea, Timor Est, Fiji y las Islas Salomón, a través del “Pilgrim Partnership and Support Program”. El Programa permite a los jóvenes de países ricos ayudar a los peregrinos de áreas pobres sostener los gastos de viajes y participación en la JMJ.
Los organizadores buscan que la participación de jóvenes de todos los países de Oceanía sea lo más amplia posible y esperan que el número de peregrinos aumente en los próximos meses, y esto gracias también a la ayuda de otros jóvenes. Es importante asegurar una buena representación de peregrinos de las comunidades indígenas más remotas: vivir la JMJ en Oceanía es para ellos una oportunidad que no se puede desaprovechar”. (PA) (Agencia Fides 15/02/2008; líneas, palabras)
