VATICANO - El Papa en el ángelus: " El mensaje que la Virgen sigue difundiendo en Lourdes recuerda las palabras que Jesús pronuncio precisamente al inicio de su misión pública y que volvemos a escuchar varias veces en estos días de Cuaresma: ‘Convertíos y creed en el Evangelio"

martes, 12 febrero 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Entrar en Cuaresma" Significa comenzar un tiempo de particular compromiso en el combate espiritual que nos opone al mal presente en el mundo, en cada uno de nosotros y a nuestro alrededor. Quiere decir mirar al mal cara a cara y disponerse a luchar contra sus efectos, sobre todo contra sus causas, hasta la causa última, que es Satanás. Significa no descargar el problema del mal sobre los demás, sobre la sociedad, o sobre Dios, sino que hay que reconocer las propias responsabilidades y asumirlas conscientemente”. El domingo 10 de febrero, Primer Domingo de Cuaresma, el Santo Padre Benedicto XVI dedicó su discurso antes del rezo del ángelus a ilustrar el sentido de la Cuaresma y el 150° aniversario de las apariciones de la Virgen de Lourdes. La invitación de Jesús a tomar cada uno sus propia "cruz" y a seguirlo con humildad y confianza es la oportunidad "para seguir a Jesús y de este modo alcanzar la fuerza en la lucha contra el pecado y el mal" ha continuado el Papa, "entrar en Cuaresma significa por tanto renovar la decisión personal y comunitaria de afrontar el mal junto a Cristo. La Cruz es el único camino que lleva a la victoria del amor sobre el odio, de la generosidad sobre el egoísmo, de la paz sobre la violencia”.
Benedicto XVI ha recordado sucesivamente que el inicio de la Cuaresma coincide este año con el 150° aniversario de las apariciones de Lourdes: Maria en efecto se mostró por primera vez el 11 febrero del 1858 a santa Bernadette Soubirous en la gruta de Massabielle. " El mensaje que la Virgen sigue difundiendo en Lourdes - ha dicho el Papa - recuerda las palabras que Jesús pronuncio precisamente al inicio de su misión pública y que volvemos a escuchar varias veces en estos días de Cuaresma: ‘Convertíos y creed en el Evangelio’, rezad y haced penitencia. Acojamos la invitación de María que se hace eco de la de Cristo y pidámosle que nos permita “entrar” con fe en la Cuaresma para vivir este tiempo de gracia con alegría interior y compromiso generoso”.
Antes de recitar el ángelus, el Santo Padre confió a Maria Santísima los enfermos y todos los que los cuidan, y en particular a todos los que el 11 de febrero se reunirían en la Basílica de San Pedro con ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo. "Por desgracia no podré reunirme con ellos porque esta tarde iniciaré los Ejercicios Espirituales - ha dicho Benedicto XVI -, pero en el silencio y en el recogimiento rezaré por ellos y por todas las necesidades de la Iglesia y del mundo. A todos los que me recuerden en el Señor, les doy ya mi agradecimiento desde este momento”. (S.L) (Agencia Fides 12/2/2008; Líneas. 33 Palabras: 510)


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