ASIA/PAKISTAN - La Iglesia pide una investigación transparente sobre la muerte de Benazir Bhutto y ruega por el futuro del país

lunes, 14 enero 2008

Lahore (Agencia Fides) - Una investigación creíble y neutral: es cuánto pide la Iglesia católica pakistaní, después del homicidio de la líder Benazir Bhutto, muerta en un ataque explosivo y con armas de fuego el 27 de diciembre de 2007, después de un mitin en la ciudad de Rawalpindi. Las comunidades y las organizaciones católicas no han dejado durante el tiempo litúrgico de Navidad, de rogar por la paz y la reconciliación en Pakistán y la oración incesante por la armonía y el bien del país continuará hasta las elecciones, en un primer momento previstas para el 8 de enero y después aplazadas - dada la situación de emergencia y los desórdenes que se han seguido tras la muerte de Bhutto - al 18 de febrero próximo. En particular se celebró una Misa en sufragio por la líder asesinada, el pasado 6 de enero en la Catedral de Lahore por S. Exc. Mons. Lawrence Saldanha, Presidente de la Conferencia Episcopal. Participaron en la misma representantes de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos, numerosos religiosos y fieles laicos que se han unido a la solicitud del Arzobispo, de pedir una "investigación transparente sobre el caso, para señalar los responsables y castigar a los culpables".
La misma solicitud ha sido levantada por la Comisión "Justicia y Paz" de los Obispos y por la organización de las Mujeres Católicos Pakistaníes ("Pakistan Catholic Women Organization") que han pedido restablecer la “verdad y estabilidad en el país". Las organizaciones piden no difundir especulaciones antes de la comprobación de la verdad y afirman: "Tratemos el crimen como tal. Sólo la justicia podrá hacer que se abandonen los malos sentimientos" como el odio o la venganza.
Mientras tanto, la situación social continua fluida. El Presidente actual Pervez Musharraf han confirmado que no aceptará investigaciones bajo la égida de la ONU, sustentando que Pakistán "es capaz de ocuparse autónomamente de las investigaciones". Pero la población no tiene mucha confianza en las instituciones. Según recientes sondeos, cerca de la mitad de los pakistaníes creen que agencias gubernativas o aliadas del gobierno están implicadas en el asesinato de Benazir Bhutto. El gobierno ha acusado a militantes de Al Qaeda por su muerte y por una serie de atentados en los últimos meses, sobre todo contra las fuerzas de seguridad, que han matado a centenares de personas.
La tensión política se ha agudizado ulteriormente después del atentado suicida que el pasado 10 de enero provocó en Lahore al menos 26 muertos, en su mayoría policías, y más de sesenta heridos. El ministro para la información pakistaní, Nisar Memon, ha denunciado las matanzas como parte de una campaña terrorista en acto para sabotear la campaña electoral y para obstaculizar la consolidación de la democracia en el país. Pero el gobierno ha afirmado que hechos violentos como este no influirán en el regular desarrollo de las elecciones parlamentarias, fijadas para el 18 de febrero. (PA) (Agencia Fides 14/1/2008 Líneas: 37 Palabras: 503)


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