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Nueva York (Agencia Fides) - "Es una decisiva contribución para acelerar un proceso que, ha visto ya desde los años 90 a más de 50 países renunciar a la pena de muerte y a un uso restringido en otros muchos, para aumentar el respeto por la vida humana y por las crecientes dudas sobre su eficacia y corrección en la aplicación, incluso en los sistemas judiciales más desarrollados. Es una victoria del mundo y de la vida, una victoria de la defensa de la dignidad y de los derechos humanos", afirma Mario Marazziti, portavoz de la Comunidad de San Egidio y coordinador de la Campaña Mundial por una Moratoria Universal de la Pena Capital, comentando la aprobación de la Resolución de una moratoria universal de la pena capital por parte de la tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desde hace años la Comunidad de San Egidio ha trabajado intensamente, junto con otros protagonistas, por este histórico resultado de la Campaña mundial, junto a la Coalición Mundial Contra la Pena de Muerte (WCADP).
"Ha sido un camino difícil - continúa Marazziti -, contrastado por quien ha buscado d hacer pasar esta decisión histórica como una injerencia en asuntos internos de los países y como una visión 'europea' de los derechos humanos. Las cinco millones de firmas recogidos en 153 países por la Comunidad de San Egidio, la creación de una frente mundial interreligioso e intercultural mundial, que fueron evidentes en la entrega que se realizó al Presidente de la Asamblea General Srgjan Kerim por una delegación de la Comunidad de San Egidio y el WCADP el pasado 2 de noviembre, después de la presentación de la Resolución por parte de 37 países autores de la misma, con un número jamas alcanzado de co-sponsors, han testimoniado el carácter universal, 'cross-regional' del texto de la Resolución y como ha cambado el parecer en gran parte del planeta. La aprobación de la Resolución de una Moratoria Universal es una propuesta para todos los países miembros y también un puente hacia los países que no la han votado y que la han combatido, por una justicia capaz de combatir el crimen, aumentando el respeto por la vida en todas las circunstancias. Permite frenar un sistema judicial que nunca es infalible. Permite introducir medidas alternativas siempre abiertas a la rehabilitación humana, capaces de indemnizar a la sociedad y de evitar cualquier sentimiento de venganza."
"La aprobación de la Resolución - concluye el portavoz de la Comunidad de San Egidio - representa la victoria de la sinergia entre culturas diferentes, entre Gobiernos y Organizaciones no gubernamentales. Una victoria que, precisamente por esto, no humilla a nadie, antes bien, indica una vía hacia un mundo capaz de encontrar en este camino, vías más eficaces para una paz sin guerra y sin necesidad de guerra." (S.L) (Agencia Fides 16/11/2007; Líneas: Palabras:
