VATICANO - "La FUCI ha contribuido a la formación de enteras generaciones de cristianos ejemplares, que han sabido traducir el Evangelio en la vida y con la vida, comprometiéndose en el ámbito cultural, civil, social y eclesial" recuerda el Papa Benedicto XVI

lunes, 12 noviembre 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia el 9 de noviembre a una delegación de la Federación Universitaria Católica italiana (F.U.C.I) con ocasión del 110 aniversario de fundación de la asociación. En su discurso el Pontífice se ha fijado ante todo en el camino recorrido: "¿Cómo no reconocer que la FUCI ha contribuido a la formación de enteras generaciones de cristianos ejemplares, que han sabido traducir el Evangelio en la vida y con la vida, comprometiéndose en el ámbito cultural, civil, social y eclesial?". El Papa ha citado a continuación a los beatos Piergiorgio Frassati y Alberto Marvelli, así como a los políticos italianos Aldo Moro y Vittorio Bachelet, vilmente asesinados; y el Papa Pablo VI, que fue Asistente eclesiástico central de la FUCI en los difíciles años del fascismo y luego a Mons. Emilio Guano y Mons. Franca Costa.
Los últimos diez años de vida de la Federación se han caracterizado por el decidido empeño de la FUCI de redescubrir su propia dimensión universitaria. "Precisamente en este ámbito -afirmó el Papa-, la FUCI puede expresar plenamente también hoy su antiguo y siempre actual carisma: el testimonio convincente de la "posible amistad" entre la inteligencia y la fe, que conlleva el esfuerzo incesante de conjugar la madurez en la fe con el crecimiento en el estudio y la adquisición del saber científico... Por qué creer que quién fe tiene deba renunciar a la investigación libre de la verdad, y quién busca libremente la verdad tenga que renunciar a la fe? Por el contrario, es posible, precisamente durante los estudios universitarios y gracias a ellos, realizar una auténtica maduración humana, científica y espiritual".
El Santo Padre ha destacado a continuación como el estudio también constituye " una oportunidad providencial para avanzar por el camino de la fe, porque la inteligencia bien cultivada abre el corazón del ser humano a la escucha de la voz de Dios, evidenciando la importancia del discernimiento y de la humildad… Tanto hoy como en el pasado, quien quiera ser discípulo de Cristo está llamado a ir contracorriente" y a no dejarse influenciar por mensajes que invitan "a la prepotencia y a la conquista del éxito con todos los medios. Se registra en la actual sociedad una carrera a veces desenfrenada a la apariencia y al deseo de poseer en detrimento, por desgracia, del ser, y la Iglesia, maestra en humanidad, no se cansa de exhortar especialmente a las nuevas generaciones, a las que pertenecéis, a estar atentas y a no temer a la hora de decidir caminos "alternativos" que solo Cristo sabe indicar". Concluyendo su discurso, Benedicto XVI ha pedido a los jóvenes que se comprometan en el estudio, cultivando el sentido de responsabilidad y el interés por el bien común: "Que en los años de la Universidad ofrezcáis un testimonio evangélico convencido y valiente. Y para realizar esta misión, tratad de cultivar una amistad íntima con el Maestro divino, estando en la escuela de María, Trono de la Sabiduría". (S.L) (Agencia Fides 12/11/2007; Líneas: 37 Palabras: 544)


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