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Bogotá (Agencia Fides) - “A todos los elegidos les hacemos llegar nuestro saludo de congratulación y una voz de aliento para que se comprometan a fondo con la causa de la Paz. Como Iglesia nos comprometemos a colaborar con ustedes en la construcción de una Colombia reconciliada y en la búsqueda del bien común para todos”: es el llamamiento lanzado por la Conferencia Episcopal Colombiana tras las elecciones celebradas el domingo 28 de octubre para elegir a los representantes en las Gobernaciones, Alcaldías, Asambleas, Concejos Municipales y Juntas Administradoras Locales, por medio de un comunicado titulado “La paz: un compromiso inaplazable”
Los Obispos recuerdan que el nivel más elemental de paz es la ausencia de guerra. Hay luego otros niveles superiores como son “la aceptación de vivir en el mismo territorio sin agredirse, la paz como una amistosa y sana convivencia entre las personas, la paz como calidad y plenitud de vida y la paz más plena, aquella otorgada de diversas maneras a toda la humanidad, don de Dios manifestado en Cristo”. Constatan como en Colombia por desgracia, si bien hay que buscar todas las formas de paz, hay también que reconocer que “todavía no hemos alcanzado su nivel más elemental: la de ausencia de la confrontación fratricida”. La consecuencia de esta confrontación, continúan los Obispos es “es el debilitamiento del sentido humanitario, el descenso general del nivel de confianza y el desaliento frente a los desafíos que hay que superar”.
Ante esta situación reconocen los Obispos que “Es más fácil pedir la solución armada que la solución dialogada”. Por ello piden a los nuevos dirigentes de los departamentos que “manifiesten una nueva audacia en favor de la paz, una nueva creatividad para buscar caminos de paz, un nuevo estilo que motive a entrar por los caminos de la justicia y la reconciliación”. Así mismo les recuerdan que deben aspirar a una paz y una seguridad no solo garantizada por el ejercito u otras acciones políticas sino sobre todo la seguridad “construida desde adentro, desde la calidad ética, desde el corazón que sabe amar sin fronteras y para quien todo ser humano sin excepción es el propio hermano y cuya integridad de vida es también su responsabilidad”.
Concluyen el comunicado exhortando a los dirigentes a no perder “la oportunidad de fomentar desde su nueva condición de servidores públicos una cultura de paz basada en la rectitud de vida y la conciencia ética”. (RG) (Agencia Fides 30/10/2007 Líneas: 32 Palabras: 442)
