AMERICA/ECUADOR - El Cardenal Antonio González Zumárraga presenta la "Historia de las Misiones en el Ecuador": “los misioneros no se motivaron ni por la fama ni el poder, ni por el dinero ni la humana gratitud, sino simplemente por la gloria de Dios y la salvación de las almas”

jueves, 25 octubre 2007

Quito (Agencia Fides) - El Cardenal Antonio González Zumárraga, Arzobispo emérito de Quito, Presidente de Honor de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y Presidente de la Comisión Central del Tercer Congreso Misionero Americano - CAM 3 ha presentado la "Historia de las Misiones en el Ecuador", una síntesis clara y completa de las misiones en el país, desde los inicios de la actividad misionera hasta la actualidad. Según informa a la Agencia Fides Osvaldo Fierro, Secretario Ejecutivo del CAM 3, la presentación tuvo lugar durante la celebración de la Asamblea Plenaria del Episcopado Ecuatoriano, en el ámbito del camino de preparación hacia el CAM 3. Unas paginas que “muestran la verdadera cara de la Iglesia Ecuatoriana, empeñada en la predicación de la Palabra de Dios pero también en volver más digna la vida de los más pobres y olvidados”.
En su relación el Cardenal afirma que desde el inicio “los misioneros tuvieron en la Virgen María un puntal permanente para la evangelización y trajeron diferentes advocaciones a lo largo de los años. Con toda razón se ha afirmado que la Madre de Dios es ‘la estrella de la evangelización de América Latina’”. Así mismo destaca como “la obra de los misioneros solo se explica por la fe. Esos sacerdotes no se motivaron ni por la fama ni el poder, ni por el dinero ni la humana gratitud, sino simplemente por la gloria de Dios y la salvación de las almas”, lo cual viene demostrado por los numeroso peligros y dificultades que debían afrontar y llegar incluso a entregar su vida “ya por enfermedades, dado el empeño de cuidar a sus catecúmenos enfermos, ya ahogados en los ríos, ya perdidos en la selva, ya asesinados por odio o a la fe”. “Solo la cruz de Cristo tiene la fuerza de impulsar a tantos hombres valiosos a dejarlo todo y a esconderse entre selvas llenas de peligros”, afirma el Cardenal.
Además “en todas partes y en todos los tiempos los misioneros fueron los defensores de la justicia y los propiciadores de un encuentro pacífico y constructivo, de allí, por ejemplo, el empeño en aprender lenguas y elaborar gramáticas y diccionarios, de allí el afán de conservar la memoria histórica de los pueblos. La Iglesia fue en realidad “el lugar humano” para el encuentro entre los pueblos”.
Concluye el Cardenal Antonio González presentando la misión en la época actual donde “nuevos desafíos se han dado en el campo de los derechos humanos, tanto individuales como grupales, frente a los embates del narcotráfico, de la guerrilla en países vecinos, de la deforestación agresiva, de los cambios de costumbres propiciados por las dádivas inconsultas, del antitestimonio humano y cristiano de autoridades y colonos”. Los misioneros actuales han continuado con la tradición de quienes iniciaron la evangelización en América, es decir “junto a la sacrificada predicación de la fe y del mensaje de salvación de Cristo, mantuvieron una constante y valiente defensa del indígena, del pobre, del desvalido. Si a ello se une la ciclópea labor de promoción humana y de educación se puede afirmar que los misioneros siempre cumplieron aquello que ha afirmado Benedicto XVI, que es preciso presentar a la fe como amiga del hombre”. (RG) (Agencia Fides 24/10/2007 Líneas: 40 Palabras: 577)


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