Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Quito (Agencia Fides) - “Nuestro País vive hoy una realidad marcada por el deseo de grandes cambios positivos que afecten profundamente la vida de la Nación para bien de todos”, afirman los Obispos ecuatorianos en el Mensaje publicado al final de su Asamblea Plenaria celebrada del 15 al 19 de octubre. Los Obispos muestran su preocupación por tantas sombras del país como son tantos pobres, desempleados, emigrantes, desplazados que buscan sobrevivir con una economía informal; tantas mujeres son excluidas, niños y jóvenes que reciben educación de baja calidad y no tienen oportunidades de avanzar en sus estudios ni conseguir trabajo; comunidades indígenas y afroecuatorianas que en muchas ocasiones no son tratadas con dignidad e igualdad de oportunidades; niños y niñas sometidos al trabajo y la prostitución infantil; niños víctimas del aborto; la droga, alcoholismo, Sida, los alarmantes niveles de inseguridad ciudadana, de delincuencia y violencia social junto con el alarmante nivel de corrupción en las instituciones públicas y en las economías que involucra tanto al sector público como al sector privado, a lo que se suma una notable falta de transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía.
Por ello, ante esta situación, los Obispos comprenden que “el pueblo se haya manifestado masivamente a favor de un cambio”, haciendo referencia a la constitución de la próxima Asamblea Constituyente. El pasado 15 de abril los ecuatorianos se pronunciaron a favor de la constitución de la Asamblea Constituyente propuesta del presidente Rafael Correa que redacte una nueva Carta Magna para el país. Y el 30 de septiembre acudieron de nuevo a las urnas para elegir a los a los miembros que integrarán la Asamblea, formada por 100 asambleístas de las jurisdicciones provinciales, 24 por circunscripción nacional y 6 por los emigrantes que votan en el extranjero. El presidente Correa obtuvo la mayoría en estas elecciones obteniendo el 62,2% de los votos.
Los Obispos muestran pues su esperanza de que se puedan “realizar los cambios más convenientes y elevamos nuestra oración al Señor para que ilumine a sus miembros”, a la vez que recuerdan una vez más algunos aspectos fundamentales que deberán ser tomados en cuenta la nueva Constitución como son: la dignidad de la persona humana; la educación centrada en la persona humana, educación de calidad para todos. Además el Estado deberá garantizar y proteger la vida humana como derecho primario inalienable de toda persona y la familia, formada por un hombre y una mujer, origen de la vida y célula fundamental de toda sociedad. El Estado debe también garantizar la creación de los elementos necesarios para que los ciudadanos, las funciones del Poder Público y los órganos de control impidan su corrupción en todas sus formas. Por último señalan que “las reformas que requiere la estructura del Estado en las actuales circunstancias deben tender al robustecimiento de la unidad nacional y de una democracia real y participativa basada en la persona y en la que se alcance la necesaria equidad y armonía entre el bien común y los intereses particulares”. (RG) (Agencia Fides 23/10/2007 Líneas: 38 Palabras: 534)
