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Freetown (Agencia Fides) - “Cristianos y musulmanes comparten una historia de bien pero también comparten memorias dolorosas. El diálogo cristiano-islámico es el único modo para recordar juntos los periodos en los cuales las comunidades vivían en paz, pero ofrece también espacios para escuchar historias y experiencias llenas de dolorosas memorias de controversias y discrepancias que condicionan el presente”, afirman los Obispos de la Asociación de las Conferencias Episcopales de los Países Anglófonos de África Occidental (AECAWA) en un comunicado difundido al final de la XI Asamblea Plenaria de la Asociación que se realizó en Freetown en Sierra Leona (ver Fides 10/10/2007).
“Queremos profundizar nuestro diálogo para poder ir al corazón de la cuestión: la promoción de la paz en nuestra región de África occidental”, afirma el documento, enviado a la Agencia Fides.
“Por esta razón - sigue el comunicado - retenemos providencial que esta Asamblea Plenaria sobre el tema ‘La Iglesia y la colaboración cristiano-islámica en África Occidental’ se lleve a cabo en Sierra Leona, un país donde cristianos y musulmanes viven en amor y armonía desde hace siglos. Damos gracias a Dios por la colaboración existente entre las dos religiones en el país, que permanece un elemento importante que ha acelerado el proceso de paz durante el pasado turbulento de su historia y ha contribuido en no poca medida a las pacíficas elecciones que se acaban de llevar a cabo. Notamos con satisfacción que existe una armonía semejante entre cristianos y musulmanes en otros países de nuestra región, aunque en menor escala”.
La colaboración entre las dos comunidades religiosas, subrayan los Obispos de la AECAWA, es posible gracias al compartir los mismos valores: el monoteísmo, el valor de la oración, de la limosna y del ayuno, y la importancia de la peregrinación. Cristianos y musulmanes comparten también la misma moral sexual, exaltando el valor de la familia y rechazando la promiscuidad, la homosexualidad, la prostitución y el aborto.
Sin embargo hay motivos de conflicto que derivan “de la intolerancia, del militarismo y del fundamentalismo de algunas pequeñas minorías, cristianas y musulmanas”.
Cristianos y musulmanes deben con todo superar estos contrastes y colaborar para resolver los problemas que afectan a los pueblos de la región. Uno de estos, recuerdan los miembros de la AECAWA, es la corrupción. “Cristianos y musulmanes deben estar en capacidad de trabajar juntos en programas concretos contra la corrupción. Juntos, debemos tener la capacidad de hacer algo ante la desocupación, el crimen, la venganza, la indisciplina y la ignorancia”. (L.M.) (Agencia Fides 16/10/2007 líneas 32 palabras 420)
