VATICANO - Benedicto XVI al Capítulo de la Basílica Papal de San Pedro en Vaticano: “la Basílica de San Pedro pueda ser un auténtico lugar de oración, de adoración y de alabanza al Señor”

martes, 9 octubre 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Confío mucho en vosotros y en vuestro ministerio para que la Basílica de San Pedro pueda ser un auténtico lugar de oración, de adoración y de alabanza al Señor -afirmó Benedicto XVI dirigiéndose al Capítulo de la Basílica Vaticana-. En este lugar sagrado, al que vienen cada día miles de peregrinos y turistas de todo el mundo, es más necesario que en cualquier otro lugar, que exista una comunidad estable de oración junto a la tumba de Pedro que garantice continuidad con la tradición y al mismo tiempo interceda por las intenciones del Papa por la Iglesia y por el mundo de hoy”. En la audiencia a los miembros del Capítulo de la Basílica Papal de San Pedro en Vaticano, al mediodía del 8 de octubre, el Santo Padre Benedicto XVI recordó “la presencia ininterrumpida del clero orante en la Basílica Vaticana desde los tiempos de San Gregorio Magno: una presencia continua, discreta, fiel y perseverante”.
Los orígenes del Capítulo se remontan al año de 1053 con el Papa León IX y bajo el pontificado de Eugenio IV éste adquirió las características de una comunidad autónoma y bien estructurada. “Se realizó un largo y gradual paso de una estructura monacal, puesta al servicio de la Basílica, a la actual estructura canonical” afirmó Benedicto XVI citando los numerosos campos de apostolado a los que se ha dedicado el Capítulo desde sus orígenes: litúrgico, administrativo, pastoral, caritativo... Desde el siglo XI hasta la actualidad 11 Papas han sido parte del Capítulo Vaticano. A partir del siglo XVI la historia del Capítulo Vaticano está íntimamente relacionada a la de la Fábrica de San Pedro, nacida con la construcción de la actual Basílica. En los últimos decenios del siglo pasado la actividad del Capítulo “se ha progresivamente orientada hacía el redescubrimiento de sus funciones originarias sobre todo en relación al ministerio de la oración”. Benedicto XVI se refirió posteriormente a la contribución que esperaba de sus miembros: “recordar con vuestra presencia orante ante la tumba de Pedro que nada debe anteponerse a Dios; que la Iglesia está toda orientada a El, a su gloria; que el primado de Pedro está al servicio de la unidad de la Iglesia y que ésta, a su vez, está al servicio del designio salvífico de la Santísima Trinidad”. (S.L.) (Agenzia Fides 9/10/2007; líneas 28, palabras 420)


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