AFRICA/ CONGO RD - “Ayudemos a detener la violencia”: llamado del Presidente del Congo a la Asamblea General de la ONU

viernes, 28 septiembre 2007

Kinshasa (Agencia Fides) - “La asistencia de las Naciones Unidas sigue siendo crucial para el desarme de los grupos armados extranjeros, de ser necesario incluso recurriendo a la fuerza, y para su repatrío e integración” dijo ayer, 27 de septiembre, el Presidente del Congo Joseph Kabila en su discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas. El Presidente del Congo destacó que el desarme de los combatientes es la prioridad de su gobierno.
No obstante los acuerdos de paz del 2003, en efecto, en el este de la República Democrática del Congo permanece la inestabilidad por la presencia de numerosos grupos armados locales y extranjeros. Entre estos hay rebeldes guiados por Joseph Nkunda, líder del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) que continúan sembrando caos y destrucción en el norte de Kivu (ver Fides 14 y 25 de septiembre del 2007). En los días pasados algunos miembros de la milicia Mayi Mayi, han sido transferidos a una base al sur del País para ser integrados en el ejército regular. Los acuerdos de paz prevén, en efecto, el reclutamiento en las fuerzas armadas del Congo de los ex guerrilleros, previo curso de adiestramiento. No obstante la ayuda dada por la comunidad internacional, los soldados congoleses están involucrados con frecuencia en episodios violentos contra la población civil, como más de una vez ha sido denunciado por la Iglesia local (ver Fides 6 de marzo del 2006 y 10 de marzo del 2007). El gobierno del Congo, con la ayuda de la Unión Europea, ha iniciado la distribución de documentos de identidad biométricos a los militares regulares, con el fin de identificar a los soldados, establecer con precisión su número y proceder con el pago de sus estipendios. Los militares, en efecto, reciben un salario bajo que con frecuencia es pagado con retraso. Algunos expertos independientes manifiestan dudas sobre la eficacia del método y destacan que la verdadera reforma es la de la mentalidad de los militares: el uniforme no debe ser un pretexto para abusar de la población sino que debe representar una obligación para servirla.
En las semanas pasadas los gobiernos de la región de los Grandes Lagos habían lanzado un llamado a las Naciones Unidas en Congo (MONUC) para que ayudasen a las autoridades locales a detener las incursiones de los grupos armados en el este del País (ver Fides 18 de septiembre del 2007). Un llamado que esconde aún tensiones y desconfianza entre los Estados del área. El Congo, en efecto, teme desde hace tiempo el interés de sus vecinos por algunas partes de su territorio, ricas en minerales y madera. Los vecinos afirman que en las forestas del Congo se esconden grupos armados que amenazan su seguridad.
Recientemente se ha agregado la cuestión de la explotación del petróleo presente bajo el lago Albert, en el confín de Uganda y RDC, que ha provocado encuentros armados entre los ejércitos de los dos Países (ver Fides 25 de septiembre del 2007). Según la prensa local el último incidente ha provocó 8 muertos entre los congoleses y 2 entre los ugandeses. No obstante el encuentro del 8 de septiembre en Tanzania entre el Presidente Kabila y su homólogo ugandés, Yoweri Museveni, la tensión entre los dos Países permanece alta.
Fuentes del gobierno de Uganda han anunciado que en octubre tendrán lugar nuevos encuentros a alto nivel entre los responsables de los dos Países y han afirmado que las actuales tensiones se deben a la acción de comandantes locales. El gobierno ugandés se ha declarado disponible a compartir con el Congo la explotación de los yacimientos petrolíferos en el confín entre los dos Estados. La comunidad internacional y la ONU en particular tendrán que estar presentes y ayudar a los Países de los Grandes Lagos a allanar sus divergencias. (L.M.) (Agencia Fides 28/9/2007; líneas 44, palabras 649)


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