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Phnom Penh (Agencia Fides) - Reconocer la paternidad de Dios Creador y la responsabilidad de todo hombre hacia lo Creado: es este el tema del especial “Sínodo de los jóvenes católicos de Camboya”, en su cuarta edición, que ha visto reunirse en la capital Phnom Penh más de 300 jóvenes provenientes de las tres circunscripciones eclesiásticas de la Iglesia Camboyana, durante cuatro días de catequesis, encuentros, oración.
A los jóvenes les ha sido propuesta una reflexión a partir del verso “Dios puso al hombre en el jardín del Edén para que lo cultivase y lo custodie” (Gen 2, 15), para reconocer la salvaguardia de lo Creado como compromiso cristiano. Central ha sido “confesar a Dios como el Creador”, meditando el artículo de fe: “Creo en Dios, Creador del cielo y de la tierra, de las cosas visibles e invisibles”. El instrumento utilizado ha sido también el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que se detiene en el degrado del ecosistema planetario (contaminación en sus diversas formas, cambios climático, crisis de los recursos hídricos, reducción de la biodiversidad).
Partiendo del principio por el cual, para la defensa del ambiente, es necesario “penar globalmente y actuar localmente”, la Iglesia, para motivar un compromiso responsable, debe hacer que se entienda la interconexión entre el degrado local y el de dimensiones internacionales.
Los problemas que salieron a la luz en el Sínodo han sido del tipo: cementificación y espacios verdes en los centros habitados; relación agricultura-química; presencia de fábricas contaminadoras y fuentes energéticas en riesgo; verde, salud, servicios y planificación política; cuidado de la naturaleza; agotamiento del ozono; cambio climático; efecto invernadero; manipulación genética.
La Iglesia, para superar la debilidad en el compromiso ecológico -reconocieron los participantes- indica una nueva toma de conciencia de la fe en Dios Creador, una nueva espiritualidad de la creación, una conciencia ética abierta a la ecología, y el consecuente estilo de vida ecológico. Es necesario “creer en el Creador y vivir como criaturas”, han destacado los jóvenes presentes, que significa “orientar nuestra mirada hacia la Trinidad de Amor como el principio único de lo Creado, acoger a Dios como la fuente de todo aquello que existe”. También quiere decir “firmar un pacto de simpatía y solidaridad con todo lo Creado, a pesar de los fracasos y las violencias existentes”, redescubriendo “la atención a la dignidad de toda criatura; sorpresa por la plenitud, la belleza y la alteridad de las criaturas”.
Los jóvenes delegados de las varias diócesis han dado cuenta de las diferentes situaciones locales y se han comprometido en lanzar iniciativas de sensibilización y de acción, en el respeto del espíritu de “Justicia, Paz y salvaguardia de lo Creado”. (PA) (Agencia Fides 25/7/2007; líneas 33, palabras 460)
