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Lagos (Agencia Fides) - “Hemos tenido las elecciones, pero las heridas inflingidas al pueblo nigeriano y a nuestra democracia naciente son todavía profundas y dolorosas. Nuestra nación necesita ser sanada”. Así expresan los Obispos nigerianos, en un documento publicado al final de su segunda Reunión Plenaria, su satisfacción por la “transición de un gobierno civil a otro”, pero al mismo tiempo denuncian el hecho de que las últimas elecciones han estado marcadas por vicios y engaños (ver Fides 28 de abril de 2007).
El documento, enviado a la Agencia Fides, se titula “Watch and Pray”, y es una invitación a los católicos nigerianos a ser vigilantes en acoger los signos de los tiempos y a ser fieles en la oración. “Debemos estar vigilantes y controlar nuestras codicias y orgullos que se encuentran en el fundamento de la corrupción, de los conflictos y del mal gobierno”.
El en documento se ofrece a la reflexión de los fieles un balance de los últimos acontecimientos en Nigeria. La cuestión de la democracia es uno de los puntos centrales de la reflexión de los Obispos, que además de destacar su oposición a toda forma de corrupción en el voto, expresan una cautelosa esperanza por la acción de los magistrados: “Recientemente hemos observado la acción apreciable de los magistrados para asegurar que la justicia se administrada sin retrasos, miedos o favoritismos. Pedimos que los magistrados sigan jugando un rol crucial, como brazo independiente del gobierno, en el desarrollo y en el crecimiento de una Nigeria más democrática”.
La Conferencia Episcopal Nigeriana manifiesta al gobierno que “está dispuesta al diálogo y a la negociación. El gobierno debe escuchar siempre al pueblo y servir a sus intereses. Justicia, desarrollo y paz llegan sólo cuando el personal del gobierno se hace guía que sirve al propio pueblo. Con el mismo espíritu, alabamos los esfuerzos que el gobierno está realizando para hacer frente a las carencias encontradas en diversos sectores de la economía. Rezamos para que estos desarrollos positivos sean sostenidos”.
Entre los problemas que afligen a Nigeria, los Obispos recuerdan la crisis en el Delta del Níger que “se ha agravado en modo alarmante, especialmente por la reciente ola de violencia en el Rivers State”. “Pedimos al gobierno, a nivel federal y estatal, que intensifique los esfuerzos por resolver la crisis. Al mismo tiempo, pedimos a todos los protagonistas que depongan las armas y que lleguen a la mesa de negociaciones”, afirma la Conferencia Episcopal, que destaca “la propia solidaridad con la población del Delta del Níger. Denunciamos con fuerza la toma de rehenes que no sólo viola la dignidad de las víctimas inocentes, sino que además impide la libertad de movimiento y degrada la imagen de nuestro país”.
Los Obispos proponen la diversificación de la economía, actualmente demasiado dependiente de las exportaciones petroleras (ver Fides 13 de noviembre de 2006 y 4 de septiembre de 2007), y la promoción de la educación como fundamentos para un desarrollo sostenible. A este propósito se recuerda el aporte fundamental de la Iglesia católica a través de sus institutos educativos, a los que se añadirá, en 2008, la “Veritas University of Abuja”, que acaba de recibir la autorización de la Conferencia Episcopal.
Los Obispos concluyen renovando su compromiso por la formación espiritual de los jóvenes y de los adultos, para que se acabe la contradicción de una “nación apreciada por ser muy religiosa y al mismo tiempo considerada como una de las más corruptas”. (L.M.) (Agencia Fides 19/9/2007 líneas 39 palabras 581)
