VATICANO - Benedicto XVI a las Clarisas: “No siempre tiene eco en la opinión pública el compromiso silencioso de quienes buscan poner en práctica con simplicidad y alegría el Evangelio… pero es verdaderamente extraordinario el aporte que vosotros dais a la obra apostólica y misionera de la Iglesia en el mundo”

sábado, 15 septiembre 2007

Castelgandolfo (Agencia Fides) - “Esto es, queridas Hermanas, aquello que el Papa espera de vosotras: que seáis antorchas ardientes de amor, ‘manos juntas’ que velan en oración incesante, separadas totalmente del mundo, para sostener el ministerio de aquel que Jesús ha llamado a guiar su Iglesia. ‘Hermanas pobres’ que, siguiendo el ejemplo de san Francisco y de santa Clara, observan ‘el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin nada propio que les pertenezca y en castidad’.” Es cuanto pidió el Santo Padre Benedicto XVI a las Religiosas Clarisas del Monasterio “Inmaculada Concepción” de Albano Laziale, recibidas en audiencia el sábado 15 de septiembre en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo.
El Santo Padre destacó: “No siempre tiene eco en la opinión pública el compromiso silencioso de quienes buscan poner en práctica con simplicidad y alegría el Evangelio ‘sine glossa’, pero -tengan la certeza- que es verdaderamente extraordinario el aporte que vosotros dais a la obra apostólica y misionera de la Iglesia en el mundo, y Dios continuará bendiciéndoos con el don de tantas vocaciones como ha hecho hasta ahora”.
La comunidad se encuentra en el territorio de las Villas Pontificias, y el Papa agradeció a las religiosas “por el apoyo cotidiano de la oración y por la intensa participación espiritual en la misión del Pastor de la Iglesia universal”. “En el silencio de la clausura y en el don total y exclusivo de vosotras mismas a Cristo según el carisma franciscano, vosotras dais a la Iglesia un servicio precioso”.
Recorriendo la historia del Monasterio, Benedicto XVI destacó que tantos de sus Predecesores se han encontrado con la Fraternidad de las Clarisas, reafirmando siempre “la importancia de vuestro testimonio de contemplativas”. Finalmente el Santo Padre confió las Clarisas a la intercesión de san Francisco, santa Clara y de tantos santos y santas de su Orden, para que las ayuden a “perseverar fielmente hasta el final” en su vocación. (S.L.) (Agencia Fides 15/9/2007; líneas 27, palabras 368)


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