EUROPA/AUSTRIA - El Director nacional de las Pontificias Obras Misioneras, P. Leo Maasburg, acompañante y confesor de la Madre Teresa de Calcuta, recuerda a la Beata en la radio austriaca: “se dirigía a cuantos encontraba con la misma atención, el mismo cuidado, el mismo respeto y el mismo amor”

miércoles, 5 septiembre 2007

Viena (Agencia Fides) - El 5 de septiembre se celebra el décimo aniversario de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, beatificada por el Papa Juan Pablo II a tan sólo 6 años de su muerte, el 19 de octubre de 2003. Único miembro que no pertenece a la congregación fundada por la Madre Teresa, el Director Nacional de las Pontificias Obras Misioneras en Austria (Missio), el P. Leo Maasburg, MA, formó parte del grupo que trabajó con el postulador para la causa de beatificación de la religiosa de origen albanés. Por muchos años, efectivamente, “Father Leo” acompañó a la Madre Teresa en sus viajes internacionales y fue también su confesor. Por encargo de la Beata guió los ejercicios espirituales para las hermanas de la Madre Teresa en todo el mundo, a veces incluso en condiciones difíciles. Cuando en 1988 se abrieron las primeras comunidades de las Misioneras de la Caridad en Moscú y en Armenia, Father Leo fue su padre espiritual, primer sacerdote católico reconocido por las autoridades soviéticas.
Con ocasión del décimo aniversario del a muerte de Madre Teresa, del 3 al 8 de septiembre el Director Nacional de las Pontificias Obras Misioneras en Austria está recordando la vida y el mensaje de la religiosa en una reflexión cotidiana transmitida por la radio austriaca “Ö 1” que puede ser escuchada en formato MP3 también en el sitio web de Missio (www.missio.at). “No he encontrado nunca a alguien que le dedicase a cada persona tanto respeto: “se dirigía a cuantos encontraba con la misma atención, el mismo cuidado, el mismo respeto y el mismo amor”, afirma Father Leo en una de sus reflexiones. “Tenía una manera de hablar como si en el mundo no hubiese nadie más sino su interlocutor, y así estábamos convencidos de pertenecer al círculo de sus amigos y conocidos más íntimos. Con ocasión de su causa de beatificación descubrimos que eran más de 500 los que se consideraban amigos y conocidos íntimos de Madre Teresa. Su modo de hacer las cosas me inspira la certeza que Dios nos ama a todos con el mismo amor”.
El P. Maasburg recuerda asimismo la colección de las cartas privadas de Madre Teresa “El secreto de Madre Teresa”, publicada en estos días, en las que la Beata escribía sus dudas interiores. Father Leo cita a la monja, que dijo: “Para poder ayudar a los pobres a alzarse debemos inclinarnos nosotras mismas, haciéndonos pobres también nosotras”. “Madre Teresa iba más allá, como demuestran sus cartas recién publicadas”, dice Father Leo. “Aceptó también la pobreza espiritual, la noche mística del alma… Para poder encender la luz para las personas que se encuentran en la oscuridad, ella misma debía bajar en la noche oscura de la ausencia de Dios”. (MS) (Agenzia Fides, 5/9/2007 - 30 líneas, 467 palabras)


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