ASIA/SRI LANKA - Reclutamiento forzado y víctimas entre los civiles, mientras continúa el conflicto. Llamamiento de las fuerzas sanas del país a la comunidad internacional

lunes, 23 julio 2007

Colombo (Agencia Fides) - “Todavía vivimos en la incertidumbre y la situación es tensa, sobre todo en el Norte de Sri Lanka, en donde las familias se lamentan por el reclutamiento forzado de los jóvenes, para ser enviados a combatir en primera línea. Las partes continúan enfrentadas y preparando nuevas acciones de guerra. Pedimos, una vez más con aflicción, a la Virgen María del Santuario de Madhu, Nuestra Señora de la Paz, el don precioso de la paz y de la reconciliación social”. Lo afirma en un diálogo con la Agencia Fides, S. Exc. Antonio Zenari, Nuncio Apostólico en Sri Lanka, delineando un cuadro de la situación, mientras el conflicto civil en Sri Lanka continúa siendo cruento.
Son sobre todo los civiles quienes sufren las consecuencias, denuncia el Jesuit Refugee Service (JRS), que trabaja con religiosos y voluntarios laicos en el país. La ofensiva del ejército contra los separatistas del LTTE (“Liberation Tigers of Tamil Eelam”) se intensificó en las últimas semanas, causando nuevas víctimas y desplazados. Los militares reconquistaron el Este del país, con acciones de guerra que se extiende por doquier, mientras los observadores no pudieron supervisar y documentar los daños a la población civil, que se presupone son muy grandes.
Según el JRS y otras agencias humanitarias, presentes en Sri Lanka, en los últimos 12 meses, fueron asesinados más de 1.500 civiles y hay 250.000 desplazados internos, mientras “a las organizaciones humanitarias se les permite llegar a las áreas de conflicto”, afirman los Jesuitas que ayudaron a millares de familias en el último año, proveyendo alojamiento y alimento durante la emergencia.
“Las condiciones de los civiles es deplorable”, subrayó Paul Newman encargado del JRS para la región de Asia del Sur. “Ellos son las primeras víctimas: algunos pierden la vida, otros, sobreviven, pierden la casa y los medios de sustentación, o bien se los separa de sus seres queridos. Es de suma importancia que la comunidad internacional se movilice para denunciar estas violaciones de los derechos humanos y llevar las partes al diálogo”. Además, según Newman, “la presencia de observadores disminuiría los abusos realizados por las partes beligerantes”.
El JRS en Sri Lanka inició programas de instrucción, asistencia humanitaria, formación profesional, cultura de los derechos humanos, destinados a más de 60 mil personas, entre las cuales muchos niños. Justamente en el sector de la infancia, asimismo, la Unicef, recientemente denunció que ni los rebeldes de los Tigres Tamil de Sri Lanka ni la facción secesionista considerada aliada del gobierno de Colombo dejaron de reclutar los niños para mandarlos al frente. Según Joanna Van Gerpen, jefe de la misión Unicef en Sri Lanka, al final de mayo en Unicef resultaban 1.591 casos verificados de reclutamiento de menores en las filas del Ltte y otros 198 en aquellas del Karuna.
También el ejecutivo del presidente Mahinda Rajapaksa está, siempre más, bajo presión de la comunidad internacional por las violaciones de los derechos humanos perpetrados por las fuerzas armadas. Según las consideraciones de las Naciones Unidas, en Sri Lanka, son más de 5.600 los niños soldados reclutados en los últimos cinco años. La edad media de los niños-soldados es de 16 años, pero en muchos casos es inferior. (PA) (Agencia Fides 23/7/2007 Líneas: 40 Palabras: 551)


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