VATICANO - El Card. Nicora Legado Pontificio para las Basílicas Papales de Asís, a un mes de la visita de Benedicto XVI: “El Papa nos dijo nuevamente con fuerza que el ‘misterio’ de Francisco solamente puede comprenderse en Jesús y a partir de Él”

miércoles, 18 julio 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Hace un mes, el domingo 17 de junio, el Santo Padre Benedicto XVI realizó una visita pastoral a Asís. El Cardenal Attilio Nicora, Legado para las Basílicas Papales de Asís, manifiesta el significado profundo de dicha jornada en el prefacio del libro que recoge los discursos del Papa en dicha circunstancia y que seguidamente publicamos integralmente (Benedicto XVI - Sólo el Infinito llena el corazón. Las palabras del Papa peregrino en Asís - Ediciones Porciúncula, Asís 2007).
“La intensa jornada vivida por el Papa Benedicto XVI en Asís el 17 de junio pasado representó un modo particular de manifestar el carisma peculiar de los sucesores del Apóstol Pedro, aquel de “confirmar en la fe a los hermanos”.
Se trata no solamente de proponer de nuevo con claridad y en un modo completo la verdad de la fe cristiana de siempre, sino también de ayudar a comprender coherentemente con una visión de fe, los eventos y las figuras de la existencia contemporánea y de la historia de la Iglesia que, de otro modo, perderían su significado genuino.
Así lo hizo Benedicto XVI con la gran figura de Francisco de Asís, precioso patrimonio de santidad para toda la Iglesia. Recorriendo nuevamente los lugares más evocadores de su camino interior, del pecado a la conversión y a la plena asimilación de Cristo Crucificado por amor, el Papa, dijo una vez más, con fuerza que el ‘misterio’ de Francisco solamente puede comprenderse en Jesús y a partir de Él. Justamente el encuentro con Jesús y su seguimiento hicieron de Francisco un hombre particularmente nuevo: si olvidáramos su ser todo en Jesús y para Jesús, y su compromiso a vivir como Él en la pura forma del Evangelio, sencillamente no comprenderíamos quien es Francisco.
A partir de esta identidad cristocéntrica, la figura del Santo de Asís no viene “canonizada” de forma inadecuada ni se quita nada a su pluriforme originalidad. Mas bien, se encuentran ahí en toda su frescura los grandes momentos que la historia, la piedad, el arte celebraron: el amor a la Iglesia, al “Señor Papa”, al Obispo, a los sacerdotes ministros de la Eucaristía; la apertura confiada a todo hombre, compartir con los “menores” los marginados, el anuncio del perdón dirigido a todos; el diálogo con los no cristianos vivido con admirable unión entre pasión por la verdad de Jesús y respeto discreto y paciente hacia el otro; la transparencia de un corazón que reconoce el sello de Dios en todas las criaturas y las asocia al canto de agradecimiento y alabanza.
El Papa nos volvió a dar a san Francisco, en su verdad original y en su fascinante mensaje siempre actual. Lo hizo dejando transparentar, con conmoción, su personal familiaridad con el grande santo de Asís, volviendo de este modo su enseñanza un testimonio e invitándonos a un redescubrimiento apasionado. Los textos de reflexión desarrollados por el Papa, oportunamente recogidos en esta ágil publicación por los Hermanos Menores de la Porciúncula, expresarán más y mejor, a quien quiera leerlos con amor. (S.L.) (Agencia Fides 18/7/2007; Líneas: 38 Palabras: 541)


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