AMERICA - Carta de agradecimiento del CELAM a los contemplativos por su oración durante la V Conferencia General: continuad rezando “para que toda la Iglesia que peregrina en América Latina y El Caribe se sienta fuertemente conmocionada por el llamado a la misión”

miércoles, 11 julio 2007

Bogotá (Agencia Fides) - La Presidencia del CELAM ha enviado una carta a todos los hermanos y hermanas de vida monástica y contemplativa agradeciéndoles por acompañar con sus oraciones la V Conferencia General de Aparecida. “No dudamos- se lee en el texto - que las gracias derramadas en las mentes y en los corazones de los participantes en Aparecida, fueron tan copiosas por la oración de cada uno y de cada una de Ustedes”. Recuerdan a continuación como se pudo “percibir vivamente la presencia y acción del Espíritu Santo durante la Asamblea”, afirmando incluso algunos de los participantes que “experimentado el acontecimiento de Aparecida como un verdadero Pentecostés, por el clima de fe que reinaba en la Asamblea y la amistad episcopal que se ha vivido”. Además también reinó durante el acontecimiento la comunión, la fraternidad, el diálogo, la escucha mutua, el vivo deseo de estar abiertos a la voluntad de Dios y un ambiente de trabajo de alegría serena y mutua confianza. “Este don que Dios ha preparado para nuestras Iglesias, deberá convertirse ahora en apasionada misión en todo el Continente. Ése es el principal desafío que nos ha dejado Aparecida”, continua la carta.
Por ello, el CELAM pide a todos los religiosos de vida contemplativa que continúen rezando en esta nueva etapa por “la intención por la Misión, cuya acción deseamos intensamente que se extienda por todo el Continente”. “Ayúdennos, queridas hermanas y hermanos, con la fuerza de sus oraciones y con la confianza puesta en la poderosa acción del Espíritu Santo, para que toda la Iglesia que peregrina en América Latina y El Caribe se sienta fuertemente conmocionada por el llamado a la misión”. Con esta misión se espera “un nuevo Pentecostés que nos libre de la fatiga, la desilusión, la acomodación al ambiente. Anhelamos una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y nuestra esperanza”. (RG) (Agencia Fides 11/7/2007 Líneas: 26 Palabras: 351)


Compartir: