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Roma (Agencia Fides) - “Queridos ordenandos, dentro de poco diréis y repetiréis las palabras más grandes que una persona pueda decir ‘Sí, lo quiero’. Es el acto supremo de vuestra libertad; es este acto que da a luz fuertemente vuestro yo. Porque quien genera el yo no es la inteligencia, no son las emociones: es la libertad, es el ejercicio de la voluntad”. Son las palabras con las cuales el Cardinal Carlo Caffarra, Arzobispo de Bolonia, se dirigió a los candidatos al diaconado y a los tres candidatos al sacerdocio de la Fraternidad sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo que ordenó el 23 de junio en la Basílica de San Pedro in Vicoli en Roma (Ver Agencia Fides 23/6/2007).
“Pero esta gran palabra ‘lo quiero’ viene precedida por un ‘sí’ - continuó el Card. Caffarra -: habéis respondido a una llamada que os ha precedido. Es así que esta tarde habéis salido para siempre de aquella autonomía que conduce al hombre al hastío de la vida, y habéis entrado en la verdad de la existencia que os asegura la bienaventuranza. La conciencia que tenéis de vosotros mismos esta tarde, será plena a medida que se desarrolle vuestra misión”. A continuación les exhorto a vivir en virginidad y obediencia.
Comentando las lecturas de la liturgia de la vigilia de la solemnidad de San Juan Bautista, el Card. Caffarra dijo: “Es al padre quien revela la identidad de Juan. Es a través del padre, es en la experiencia de una paternidad plena, sellada por la Palabra de Dios, que Juan se define en su propia identidad y en su única misión. Y es dulce pensar que Zacarías revela a su joven hijo lo que explica su existencia, cuáles eran las razones últimas de su ser. Puedo decirlo, en síntesis, de la siguiente manera: el contenido de la conciencia que Jeremías y Juan tuvieron de si mismos es la misión. Es éste el camino que hay que recorrer para adquirir una autoconciencia verdadera de la misión confiada”.
En su saludo final al Cardenal Arzobispo de Bolonia, Mons. Massimo Camisasca, Superior general de la Fraternidad sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo, manifestó la alegría por un día tan importante y recordó la amistad que une, desde hace mucho, al Cardenal y a la Fraternidad. “Es un momento dramático para nuestro País: nosotros deseamos estar presentes sobre todo a través de la educación de los jóvenes como camino privilegiado para llevar al mundo entero el anuncio de la compañía de Cristo a todos los hombres”. (S.L.) (Agencia Fides 26/6/2007; Líneas: 34 Palabras: 484)
