VATICANO - El mes de mayo, coincidiendo con el tiempo pascual “puede ser la oportunidad para regresar a la fe de la Iglesia de los orígenes y, en unión con María, comprender que también hoy nuestra misión consiste en anunciar y testimoniar con valentía y alegría a Cristo crucificado y resucitado”, ha dicho el Papa Benedicto XVI en el Regina Caeli

lunes, 7 mayo 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La devoción mariana que caracteriza al mes de mayo y su coincidencia con el tiempo pascual, el tiempo de los comienzos de la Iglesia, han sido los temas en los cuales se ha detenido el Santo Padre Benedicto XVI en su discurso antes de recitar el Regina Caeli con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro el domingo 6 de mayo. Para muchas comunidades cristianas, el mes de mayo “es el mes mariano por excelencia”, ha subrayado el Santo Padre, recordando como en el curso de los siglos esta devoción, entre las más queridas del pueblo, ha sido valorada como “como una oportunidad propicia para la predicación, la catequesis y la oración comunitaria”. También el Concilio Vaticano II destacó el papel de María Santísima en la Iglesia y en la historia de la salvación y, como consecuencia, después de tal evento eclesial “el culto mariano ha experimentado una profunda renovación”. A continuación, el Pontífice ha señalado que “el mes de mayo, coincidiendo al menos en parte con el tiempo de Pascua, es sumamente propicio para presentar a María como Madre que acompaña a la comunidad de los discípulos reunidos en oración con un mismo espíritu, en espera del Espíritu Santo (Cf. Hechos 1, 12-14). Este mes, por tanto, puede ser la oportunidad para regresar a la fe de la Iglesia de los orígenes y, en unión con María, comprender que también hoy nuestra misión consiste en anunciar y testimoniar con valentía y alegría a Cristo crucificado y resucitado, esperanza de la humanidad”.
El Papa ha confiado la la Virgen Santa, Madre de la Iglesia, su primer viaje apostólico a América Latina, a Brasil, del 9 al 14 de mayo: “Como hicieron mis venerados predecesores, Pablo VI y Juan Pablo II, presidiré la inauguración de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, la Quinta, que tendrá lugar el próximo domingo en el gran santuario nacional de Nuestra Señora «Aparecida», en la ciudad del mismo nombre. Antes visitaré la cercana metrópoli de Sao Paulo, donde me reuniré con los jóvenes y los obispos del país, y tendré la alegría de incluir en el elenco de los santos al beato Fray Antonio de Santa Ana Galvão”.¨Benedicto XVI también ha recordado que en el subcontinente latinoamericano vive casi la mitad de los católicos del mundo entero, muchos de los cuales son jóvenes, “por este motivo, ha sido denominado el «continente de la esperanza», una esperanza que no sólo afecta a la Iglesia, sino a toda América y al mundo entero”. Finalmente, ha invitado a rezar a María Santísima por su próxima peregrinación y por la Quinta Conferencia General Del episcopado Latinoamericano y del Caribe, “para que todos los cristianos de esas regiones se sientan discípulos y misioneros de Cristo, Camino, Verdad y Vida”. Ante los múltiples desafíos del momento presente, “es importante que los cristianos se formen para que sean «fermento» de bien y «luz» de santidad en nuestro mundo”. (S.L.) )Agencia Fides 7/5/2007 Líneas: 36 Palabras: 557)


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