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Florida (Agencia Fides) - Finalizó el sábado 27 de abril la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Uruguaya en la que se trataron varios temas de interés para el país. En primer lugar la inminente V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe de la que se espera que “suscite en América Latina un proceso de conversión personal, institucional y pastoral que haga más creíble y atractiva la vida comprometida y la voz profética de la Iglesia”.
Los Obispos trataron también el proyecto de la nueva Ley de Educación mostrando su preocupación por el “alto porcentaje de niños y adolescentes que no están incluidos en el sistema educativo con altos índices de repetición y deserción”. La Iglesia Católica está intentando responder a esta problemática con varias propuestas. Otro tema que también preocupa a los Obispos es la formación del clero, por ello, se han tratado algunas mejoras en los planes de estudio para los futuros sacerdotes.
Durante la Asamblea los Obispos emitieron además dos comunicados sobre el proyecto de Ley que regula las uniones concubinarias y un Mensaje para la celebración del día de los trabajadores. Respecto al primero los Obispos recuerdan que “la promoción y la defensa de la institución familiar ha sido siempre preocupación de la Iglesia por su incidencia en el bien y en la felicidad de la persona humana y de la sociedad”. Por ello, muestran su apoyo a “todo lo que en la legislación favorezca la naturaleza propia de la familia, su identidad, su estabilidad, su bienestar”, pero por el mismo motivo “no puede aceptarse la equiparación de la unión de hecho con el matrimonio que comporta un conjunto de previsiones que protegen su finalidad, su armonía y su estabilidad, a través de la mutua fidelidad”. “No es positivo ni aceptable desdibujar o debilitar la imagen del matrimonio como base de la familia”, concluyen los Obispos.
En el Mensaje con motivo de la celebración del día del trabajo, 1º de mayo, los Obispos recuerdan que “trabajar y transformar el mundo pertenece a la condición originaria del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios” y que “el trabajo está en función del hombre y la mujer que lo realizan y, mediante él, crecen y se desarrollan como personas responsables”. Además el trabajo “hace posible fundar y dar estabilidad a una familia”. Por todo ello, concluyen los Obispos alentando a trabajadores, sindicalistas, empresarios y gobernantes, “a sumar esfuerzos para superar las confrontaciones e impulsar el desarrollo solidario de nuestro país, sustentado en la dignidad del trabajo de sus hijos e hijas”. (RG)
