VATICANO - “El enfermo de tuberculosis está llamado a vivir en modo responsable la condición de su enfermedad”: mensaje del Pontificio Consejo para los operadores sanitarios

lunes, 26 marzo 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Mata 5.000 personas al día y permanecerá siendo, en el próximo decenio, una de las diez primeras causas de muerte mundial, especialmente en África. La Tuberculosis (Tbc), aun siendo fácilmente curable, continúa siendo una pandemia. En varios países africanos se cuentan 300 casos de Tbc por 100.000 habitantes (contra el 12,6 de la UE y el 4,6 de los USA). Cincuenta y siete países, en su gran mayoría en África y Asia enfrentan una grave crisis en el sector del personal sanitario y la OMS estima que se necesitan más de 4 millones de operadores para llenar este vacío.
Con ocasión de la Jornada mundial de la lucha contra la tuberculosis apenas celebrada, el Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, Cardenal Lozano Barragán, ha querido que la voz de la Iglesia católica sea escuchada por todos aquellos que sufren esta enfermedad mortal.
De una investigación reciente conducida a inicios del 2006 en 121 países pertenecientes a las cinco áreas continentales, resulta que “el 59,1% de los centros sanitarios católicos interpelados tiene un programa específico sobre la tuberculosis. De estos centros, el 76,9% presenta actividades de prevención de tipo primario que se realizan a través de la exploración y campañas de sensibilización”.
“Se organizan campañas de prevención y de tratamiento de la tuberculosis; visitas a domicilio de los enfermos para evitarles complicaciones causadas por los movimientos y se ayuda a los enfermos a recuperar plenamente la salud. Finalmente, se efectúa en modo constante una acción de monitoreo y se educa a la higiene personal y ambiental”.
Hoy, continúa el Cardenal, la falta de recursos distribuidos en modo justo como para poner a disposición los medios que curarían a millones de enfermos, las dificultades que atraviesa la familia, privada muchas veces de la ayuda del estado, hacen difícil su capacidad de ayudar eficazmente a sus miembros. Son dificultades que hacen problemáticos los esfuerzos por salir al encuentro de las necesidades de los enfermos de tuberculosis. “El enfermos de tuberculosis está llamado a vivir en modo responsable la condición de su enfermedad; debería aceptar la terapia que le es ofrecida, no sólo por el propio bien individual, sino también en vistas al bien común, considerada el nivel de contagio de esta enfermedad”.(AP) (26/3/2007 Agencia Fides)


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