VATICANO - Camino de oración para la Cuaresma - El acto de Dolor

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Dios da sus Mandamientos - Por medio de Moisés, Dios da al pueblo de Israel sus Mandamientos, en el Monte Sinaí, en el camino hacia la Tierra Prometida. La palabra "mandamiento" repugna a la mentalidad moderna, porque ve en ello obstáculos a su libertad de elegir lo que está bien y lo que está mal: está bien lo que me gusta, está mal lo que no me gusta… el viejo pecado de Adán y Eva… es siempre actual…
¿Cómo Dios, todo Amor, podría no querer el bien de sus hijos? ¿Cómo podría ser "celoso" de su felicidad? No aceptar y observar los Mandamientos significa rechazar que Dios es Amor, rechazar su Amor fiel. Los Mandamientos nos son dados para evitar al hombre que sufra le experiencia del hijo pródigo, de la oveja extraviada… significa tomar conciencia de que, metiéndose en el pecado, en el desorden, el hombre camina en las tinieblas, en la sombra de la muerte. Los Mandamientos son la luz anunciada por el Profeta Isaías, citado por San Mateo: "El pueblo inmerso en las tinieblas vio una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido" (Mt 4, 16: cfr Isaías 9,1).
El Señor Jesús no ha retirado nada de los Mandamientos dados a Moisés: "No penséis que yo haya venido a abolir la Ley o los Profetas… sino a dar cumplimiento" (Mt 5, 17), y pone en guardia a aquellos que se permitían quitar algo. Porque el respeto de los Mandamientos es la señal del amor agradecido hacia Dios, que nos conduce hacia las verdes dehesas. Y Jesús también precisa que la observancia estricta de estos Mandamientos de Dios, es la medida del amor que nosotros tenemos hacia Él: "Si me amáis observaréis mis mandamientos" (Jn 14, 15).
En esta época de confusión, resulta indispensable encontrar el sentido de los Mandamientos de Dios, y llevarlos a la práctica, con amor y gratitud hacia Dios, que se ha hecho nuestro Pastor, el Buen Pastor. (J.M) (Agencia Fides 23/3/2007, Líneas: 24 Palabras: 353)