AFRICA/COSTA DE MARFIL - Con el acuerdo de Ouagadougou se abre la esperanza del retorno de los refugiados de la "zona de confianza" que separaba los rebeldes de las fuerzas gubernativas

jueves, 22 marzo 2007

Abidján (Agencia Fides) - "Es obvio que garantizando condiciones reales de seguridad y asegurando los servicios a los habitantes de la zona intermedia se mejoraría mucho la pesada situación actual. Igualmente vale para toda la población de Costa de Marfil afectada por la crisis" observa el Director del Jesuit Refugees Service (JRS) Costa de Marfil, Robert Baedeker, comentando el "Acuerdo de Ouagadougou", firmado el 4 de marzo, en la capital de Burkina Faso, por el gobierno marfileño y de los líderes de la oposición (ver Fides 5 de marzo de 2007), para poner punto final a la crisis que ha dividido el País desde el 2002.
Último de una larga serie de acuerdos de paz negociados entre los dos partes, el acuerdo de Ouagadougou promete un cambio concreto y nuevas elecciones en el año. El acuerdo prevé además la eliminación de la llamada "zona de confianza", una franja de territorio de 40 km, patrullado por las tropas de paz de la ONU y franceses, que divide el área que está bajo el control gubernativo de la que está en manos de la rebelión.
Prevista inicialmente para impedir enfrentamientos entre las partes beligerantes en la fase más crítica de la guerra civil en acto en el país, la zona cojín de hecho se ha demostrado una verdadera calamidad para la población que allí reside. Al extremo, o bien en la región agrícola en la frontera con Guinea y Liberia, la evacuación es un riesgo constante; se considera en efecto que desde el 2002 ya han huido de la zona unos 78.000 habitantes. Alguno ha regresado, pero los siempre nuevos conflictos entre las diversas comunidades han obligado a otros a irse. Los enfrentamientos en la zona vienen determinados por disputas de tierra de hace decenios, por la presión económica y por diferencias étnicas.
La presencia de casi 11.000 militares de las fuerzas de paz no consigue calmar la población, que prefiere dirigirse a las milicias locales para conseguir protección. Desde su llegada, las patrullas militares de la ONU en la parte occidental de la zona cojín no han logrado impedir secuestros, asesinos, violaciones y robos; fenómenos que en efecto se producen semanalmente. Desde hace años el JRS, los misioneros y la Iglesia local ofrecen ayuda y consuelo a la población que vive a ambos lados de la zona (ver el testimonio a Fides de algunos misioneros: Fides 19 de septiembre de 2005).
Una de las primeras medidas para la reunificación nacional y la superación de la franja de seguridad es la creación de un Centro de Mando Integrado, previsto por el acuerdo de Ouagadougou, que representa el primer paso para la integración de las fuerzas armadas regulares y las rebelde. El decreto de creación del Mando Integrado fue firmado por el Presidente Laurent Gbagbo el 16 de marzo. (L.M) (Agencia Fides 22/3/2007 Líneas: 36 Palabras: 497)


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