VATICANO - Publicada la Exhortación Apostólica postsinodal del Papa Benedicto XVI "Sacramentum Caritatis" sobre la Eucaristía fuente y cumbre de la vida y la misión de la Iglesia

martes, 13 marzo 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Con la exhortación Apostólica Postsinodal de Su Santidad Benedicto XVI sobre la Eucaristía como fuente y cumbre de la vida y la misión de la Iglesia, "Sacramentum Caritatis", el largo y articulado itinerario de la XI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos encuentra su fruto más maduro" ha dicho esta mañana el Card. Angelo Scola, Patriarca de Venecia, que fue Relator General en la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (2 - el 23 de octubre de 2005), presentando la Exhortación apostólica postsinodal. Estaba presente también S.E Mons. Nikola Eterovic, Secretario General del Sínodo de los Obispos.
"Si por una parte la Exhortación Apostólica constituye el fruto maduro de un camino recorrido - ha continuado el Cardenal -, por otra se plantea explícitamente el objetivo de abrir el camino a ulteriores profundizaciones. Esta busca, en efecto, "expresar algunas fundamentales líneas de compromiso, dirigidas a despertar en la Iglesia nuevos impulsos y fervor eucarístico". Una contribución preciosa en tal sentido también lo dará la publicación del Compendio eucarístico propuesta por los Padres sinodales”.
La exhortación está estructurada en tres partes, cada una de las cuales profundiza en una de las tres dimensiones de la Eucaristía: Eucaristía, misterio que se ha de creer; Eucaristía, misterio que se ha de celebrar: Eucaristía, misterio que se ha de vivir. Dichas partes "están ligadas de tal manera que sus contenidos se iluminan recíprocamente. Además una significativa ventaja del trabajo sinodal es precisamente la superación de dualismos - por ejemplo aquellos entre fe eucarística y ritual, entre celebración y adoración entre doctrina y pastoral - a veces todavía presentes en la vida de la comunidad eclesial y en la reflexión teológica."
El Card. Scola ha puesto luego en evidencia la importancia del ars celebrandi (arte de celebrar) para una cada vez más actuosa participatio (participación activa, plena y fructuosa). "Particularmente innovador en efecto aparece, en referencia a la celebración, la insistencia del documento sobre la dependencia del actuosa participatio del ars celebrandi". El Papa Benedicto XVI afirma que "el ars celebrandi es la mejor condición para el actuosa participatio. El ars celebrandi mana de la obediencia fiel a las normas litúrgicas en su plenitud, ya que es precisamente este modo de celebrar el que asegura desde hace dos mil años, la vida de fe de todos los creyentes, los que son llamados a vivir la celebración en cuanto Pueblo de Dios, sacerdocio real, nación santa."
Deteniéndose sobre la estructura y sobre los contenidos de la exhortación, el Card. Scola ha evidenciado en cada una de los tres partes algunos temas doctrinales e indicaciones pastorales. En la primera parte el Santo Padre ilustra el misterio de la Eucaristía a partir de su origen trinitario, que asegura su carácter permanente de don, recordando la institución de la Eucaristía en relación con la Cena pascual judia, indica con fuerza el criterio de la auténtica creatividad litúrgica. El origen eucarístico de la Iglesia explica luego su ser "communio" y asegura la naturaleza sacramental de la misma Iglesia. Por tanto, la exhortación profundiza en la centralidad de la eucaristía en el septenario sacramental.
La segunda parte de la exhortación ilustra el desarrollo de la acción litúrgica en la celebración, indicando los elementos que merecen mayor mención y ofreciendo algunas sugerencias pastorales de gran relieve. En particular se pone en evidencia la bondad de la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II: ciertas dificultades y abusos no pueden oscurecer la bondad y la validez de la renovación litúrgica, que contiene todavía riquezas no plenamente exploradas". A la descripción de la "belleza litúrgica" siguen las indicaciones prácticas sobre el nexo "ars celebrandi - actuosa participatio."
En la tercera y última parte, la exhortación apostólica "se muestra la capacidad del misterio creído y celebrado de constituir el horizonte último y definitivo de la existencia cristiana". Benedicto XVI reafirma, desde las primeras líneas de la exhortación, que el d don de la Eucaristía es para el hombre, responde a las esperanzas del hombre. Obviamente de todos los hombres de todos los tiempos, pero específicamente del hombre nuestro contemporáneo.... El Misterio eucarístico representa el factor dinámico que transfigura la existencia. Regenerado por el Bautismo e incorporado eucarísticamente a la Iglesia, el ser humano puede finalmente realizarse en plenitud, aprendiendo a ofrecer el "propio cuerpo", es decir, todo su ser, como sacrificio vivo santo y agradable a Dios". (S.L) (Agencia Fides 13/3/2007, Líneas: 55 Palabras: 760)


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