VATICANO - El Papa en el ángelus: " Aquel a quien nosotros mismos hemos traspasado con nuestras culpas no se cansa en derramar sobre el mundo un torrente inagotable de amor misericordioso. Que la humanidad comprenda que sólo de esta fuente es posible sacar la energía espiritual indispensable para construir esa paz y esa felicidad que todo ser humano está buscando sin descanso”

lunes, 26 febrero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - " Entramos en el tiempo de Cuaresma, con la ‘mirada’ puesta en el costado de Jesús… Durante estos días de Cuaresma, no apartemos el corazón de este misterio de profunda humanidad y de elevada espiritualidad", ha dicho el Santo Padre Benedicto XVI en el ángelus del domingo 25 de febrero, primer domingo de Cuaresma. Recordando su Mensaje para el Cuaresma 2007, que parte de un versículo del Evangelio de Juan - "Mirarán al que traspasaron" (Jn 19,37) - el Papa ha recordado el golpe de lanza que traspasó el costado de Cristo, y ha explicado: "Este gesto de un soldado anónimo romano, destinado a perderse en el olvido, se quedó impreso en los ojos y en el corazón del apóstol, quien lo volvió a narrar en su Evangelio. A través de los siglos, ¡cuántas conversiones han tenido lugar precisamente gracias al elocuente mensaje de amor que recibe aquel que dirige la mirada a Jesús crucificado!”
" Contemplando con los ojos de la fe al Crucificado - ha continuado el Pontífice -, podemos comprender profundamente qué es el pecado, su trágica gravedad, y al mismo tiempo la inconmensurable potencia del perdón y de la misericordia del Señor… Al contemplar a Cristo, sintamos que al mismo tiempo somos contemplados por Él. Aquel a quien nosotros mismos hemos traspasado con nuestras culpas no se cansa en derramar sobre el mundo un torrente inagotable de amor misericordioso. Que la humanidad comprenda que sólo de esta fuente es posible sacar la energía espiritual indispensable para construir esa paz y esa felicidad que todo ser humano está buscando sin descanso”.
A continuación Benedicto XVI ha pedido a la Virgen Maria, "cuya alma quedó traspasada junto a la cruz del Hijo", que nos obtenga una fe firme y nos ayude en el camino cuaresmal, "a dejar todo los que nos aparta de la escucha de Cristo y de su palabra de salvación". En particular, el Papa ha confiado a la Virgen la semana de Ejercicios Espirituales en los que participará junto a los colaboradores de la Curia Romana, y ha pedido a todos los hermanos y hermanas, que le acompañen con la oración, "a las que corresponderé con gusto en el recogimiento del retiro". (S.L) (Agencia Fides 26/2/2007; Líneas: Palabras:


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