ÁFRICA/NIGERIA - La inseguridad pone en peligro el futuro de la nación

sábado, 11 junio 2022 terrorismo   persecuciones   violencia   política  

Lagos (Agencia Fides) - La masacre en la iglesia de San Francisco Javier en Owo, Estado de Ondo (suroeste de Nigeria), el domingo de Pentecostés, ha marcado una nueva etapa dramática en el deterioro de la seguridad en Nigeria y en el de la convivencia pacífica de las confesiones y grupos étnicos en el complejo mosaico de las poblaciones de la Federación.
El hecho de que los fieles de una iglesia católica hayan sido atacados tan brutalmente en un estado que, al menos hasta entonces, se había librado de la violencia por motivos religiosos, supone una nueva escalada en las acciones de los grupos armados que ahora parecen amenazar todo el territorio nigeriano.
Ya el atentado del 28 de marzo contra el tren Abuja-Kaduna en el centro de Nigeria (véase Fides 30/3/2022) había marcado un punto de inflexión en la ya grave situación de inseguridad en la que vive el país desde hace algunos años, aumentando la preocupación por el colapso de la seguridad. Los comentaristas locales lo calificaron como un acto de violencia sin precedentes y lo achacaron a la incapacidad de las autoridades para actuar según los informes de intelligence.
De hecho, según la prensa nigeriana, los servicios de intelligence, el ejército, las fuerzas del orden e incluso miembros de la comunidad local habían recibido avisos sobre una amenaza inminente de atentado contra la línea de ferrocarril, pero las advertencias no fueron escuchadas.
El asalto del 28 de marzo resulta aún más grave porque el tren todavía se consideraba un medio de transporte relativamente seguro, ya que quienes viajan por la carretera entre la capital federal, Abuja, y Kaduna pueden ser víctimas de secuestros y robos.
(...) (- continúa)
(Agencia Fides 11/6/2022)


Compartir: