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Conakry (Agencia Fides) - Su Esc. Mons. Emmanuel Félémou, fue nombrado Obispo de Kankan en el centro este de Guinea, el 5 de enero del 2007 por el Papa Benedicto XVI y será ordenado el 17 de marzo próximo en su diócesis. Presidirá el rito S.E. Monseñor Robert Sarah, Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Mons. Félémou ha concedido la siguiente entrevista a la Agencia Fides.
D- Excelencia, su Diócesis es joven, erigida en 1993, ¿cuales son los desafíos que debe afrontar para reforzar la comunidad católica y sustentar el proceso de evangelización?
R- Primero de todo quiero dar las gracias al Señor por su confianza, haciéndome su siervo en la diócesis de Kankan. Según mi opinión, para reforzar la comunidad católica y continuar la evangelización el único camino, que es un desafío para todos los creyentes, es el verdadero testimonio en la vida cotidiana del Evangelio. Éste significa encontrar el modo en mi familia, en la Iglesia y en mi lugar de trabajo para hacer que resplandezca la luz de Cristo: luz de amor, de fidelidad a Dios, luz de justicia y de paz. Sin embargo, para conseguir esto es necesario conocer a Jesús por medio de su Palabra, lo que dice de su Padre, del Espíritu Santo, de la Iglesia, lo que vivieron y dejaron a la Iglesia los Apóstoles, esto es, la tradición de nuestra Iglesia católica. Por tanto querría reforzar la formación en el campo del Testimonio del que he hablado al inicio. La unidad de los cristianos de la diócesis tiene que conocer un crecimiento mayor para sentirse un solo cuerpo en Cristo. Por ello, he elegido como palabra clave de mi apostolado: "Qué todos sean uno, Padre" (Jn 17,21).
D- ¿Cuáles son las causas profundas que han determinado la crisis que está viviendo Guinea?
Guinea es uno de los Países más pobres del mundo. Sin embargo su subsuelo es muy rico. Por tanto, el problema de Guinea deriva de las políticas adoptadas por su gobierno. Desde hace 47 años Guinea es una República libre e independiente, pero los gobernadores no han trabajado a fondo en el desarrollo de las infraestructuras: carreteras, electrificación de las viviendas, construcción de acueductos para llevar agua potable a todos. La economía débil determina una moneda débil que perjudica a Guinea en sus intercambios con el extranjero. La miseria difusa empuja a la población a pedir justicia. La desigualdades sociales son estridentes: la mayor parte de los jóvenes carecen de instrucción y trabajo, pero nuestros ejecutivos envían a sus hijos a estudiar en América y en Europa.
Para conseguir una paz duradera es necesario que el gobierno esté atento al grito de su pueblo. Hay que crear espacios para el diálogo, promover el desarrollo del País, tomando en consideración, entre otras cosas, entrar en la Unión monetaria del África occidental, en vez de quedarnos solos con nuestra débil moneda, el Franco guineano.
D- Frente a la situación social y política de su País, ¿que contribución pueden aportar los católicos para construir un futuro de paz en la justicia?
R - Los católicos representan alrededor del 8% de la población del País y no siempre la voz de la Iglesia es escuchada por nuestros ejecutivos. Aunque no nos cansamos nunca de dar nuestra contribución al crecimiento de la sociedad por medio de la evangelización, la enseñanza y nuestras estructuras sanitarias. En este contexto, la Iglesia tiene particular atención hacia los jóvenes y los más débiles como los huérfanos, las viudas y los enfermos.
En la actual crisis la Iglesia ofrece su contribución reuniéndose con los líderes del País para favorecer el diálogo entre ellos y la población que sufre, interviniendo con los medios propios cada vez que se presenta una grave crisis y naturalmente con la oración incesante por la paz y la justicia.
Como dice la Conferencia Episcopal de Guinea: "Tenemos que rezar para que el Espíritu Santo nos ilumine a todos en orden a crear un espacio de paz, de amor, de justicia, de bienestar para todos los guineanos". (L.M) (Agencia Fides 25/1/2007 Líneas: 52 Palabras: 691)
