VATICANO - El Papa en el Ángelus: " La alegría que despierta la liturgia en los corazones de los cristianos no sólo les está reservada a ellos: es un anuncio profético destinado a toda la humanidad, en particular, a los más pobres, en este caso, ¡a los pobres en alegría!”

lunes, 18 diciembre 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En el Tercer domingo de Adviento, denominado "Gaudete", la liturgia invita a la "alegría del espíritu”, porque el Señor está cercano. También en la primera lectura de la Misa el profeta Sofonías se dirige a la ciudad de Jerusalén y a su población con estas palabras: "¡Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén... El Señor tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! (Sof. 3,14.17)". Sobre este tema se ha centrado el Santo Padre Benedicto XVI en su discurso de la oración del ángelus, el domingo 17 de diciembre. "La alegría que despierta la liturgia en los corazones de los cristianos no sólo les está reservada a ellos - ha dicho el Santo Padre -: es un anuncio profético destinado a toda la humanidad, en particular, a los más pobres, en este caso, ¡a los pobres en alegría!”
El Santo Padre ha invitado después a pensar cuál es la alegría que pueden vivir tantos hermanos y hermanas: como los que se encuentran en Medio Oriente, en algunas zonas de África y en otros partes del mundo viven el drama de la guerra; los enfermos y las personas solas que, además de experimentar sufrimientos físicos, sufren en el espíritu, pues con frecuencia se sienten abandonados; los que han perdido - especialmente los jóvenes - el sentido de la verdadera alegría, y la buscan en la exasperada carrera hacia la autoafirmación y el éxito, en las falsas diversiones, en el consumismo, momentos de embriaguez, en los paraísos artificiales de la droga y de cualquier otra forma de alienación. El Papa ha evidenciado después: "Como en los tiempos del profeta Sofonías, la Palabra del Señor se dirige precisamente a quien se encuentra en la prueba, a los «heridos de la vida y huérfanos de alegría». La invitación a la alegría no es un mensaje alienante, ni un paliativo estéril, sino más bien una profecía de salvación, un llamamiento a un rescate que parte de la renovación interior”.
Las palabras que el ángel dirigió a Maria de Nazaret, "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo", Dios las repite hoy a la Iglesia y a cada uno de nosotros, ha concluido el Santo Padre: "¡Alegraos, el Señor está cerca! Con la ayuda de María, entreguémonos nosotros mismos, con humildad y valentía, para que el mundo acoja a Cristo, que es el manantial de la auténtica alegría”.
Después de la oración del ángelus, el Papa ha lanzado un llamamiento por los refugiados iraquíes en Siria, "obligados a dejar su país a causa de la dramática situación que se está viviendo. Cáritas de Siria - ha recordado Benedicto XVI - se está comprometiendo a fondo para ayudarles; ahora bien, lanzo un llamamiento a la sensibilidad de privados, organizaciones internacionales y gobiernos para que hagan ulteriores esfuerzos para salir al paso de sus necesidades más urgentes. Elevo al Señor mi oración para que dé consuelo a estos hermanos y hermanas y mueva a la generosidad el corazón de muchas personas". Por último, el Papa ha dirigido un particular saludo a los niños y jóvenes de Roma, venidos con sus familiares y educadores para la bendición de las figurillas del Niño Jesús, que pondrán en los belenes de sus casas, de las escuelas y de las parroquias.: agradeciendo el Centro Oratorios Romanos que promueve desde hace años esta iniciativa, el Santo Padre ha bendecido todos los "Niños Jesús", invitando a los chicos, a rezar a Jesús, delante del belén, "pidiendo también por las intenciones del Papa". (S.L) (Agencia Fides 18/12/2006 - Líneas: Palabras:


Compartir: