ASIA/CHINA - Peregrinación a la tumba del mártir P. Girolamo Lazzaroni y de los otros mártires del PIME

miércoles, 22 noviembre 2006

Pekín (Agencia Fides) - Ha sido una experiencia muy conmovedora la vivida recientemente en la comunidad eclesial de Còlere (Bérgamo) que ha ido en peregrinación a la tumba del p. Girolamo Lazzaroni y de otros tres mártires cristianos. El P. Lazzaroni era nativo de Colere y la comunidad local ha querido rendirle honor y hacer memoria de su conciudadano que dedicó la vida al Señor y a la evangelización de China. Algunas reliquias donadas por la comunidad cristiana china han vuelto a Colere y los cristianos de la ciudad lombarda se han comprometido a financiar la construcción de una Capilla dedicada al p. Lazzaroni en la aldea de Dingcun, en la diócesis de Kaifeng (Provincia de Henan) en la China Central, dónde fue asesinado el misionero.
La comunidad campesina de Kaifeng conoció ya en 1916 a los primeros misioneros del PIME, (Pontificio Instituto Misiones Extranjeras) junto con algunos sacerdotes chinos. Vinieron luego los años del segundo conflicto mundial: en 1937 Japón inició la invasión de China y estableció un gobierno colaboracionista. Kaifeng fue ocupado en 1938. La misión quedó dividida en dos partes, una bajo la dominación japonesa, la otra bajo los nacionalistas chinos. Tomó fuerza el bandolerismo, y las misiones se agruparon en los puntos peligrosos. El Padre Girolamo Lazzaroni se detuvo en Digcun, una aldea rural dónde se encontraron 2.500 cristianos y unos 1.000 catecúmenos, dedicándose a la catequesis de los niños, junto al otro misionero P. Zanella.
El 19 de noviembre de 1941 llegó de visita el Obispo local, Mons. Barosi, también él del Pime, acompañado por el p. Zanardi para las Primeras Comuniones y Confirmaciones de los chicos. Después de la Celebración Eucarística un grupo de hombres armados irrumpió en la aldea, ordenando a las familias que se quedasen en las casas. Los bandoleros ataron y amordazaron a los misioneros y al Obispo, acusándolos de ser espía japonesas. Luego los estrangularon y echaron los cuerpos al pozo de la misión. A continuación se dedicaron al saqueo y huyeron con el botín.
Lo único que pudieron hacer los cristianos de la aldea fue sacar los cuerpos del pozo, y reordenar la misión saqueada. En toda esta devastación el Santísimo Sacramento quedó intacto. El Obispo y los tres misioneros fueron enterrados en la pequeña iglesia de Kaifeng. En los años siguientes no fueron mejores los tiempos para los misioneros. El 1° de octubre de 1949 el ejército de China de Mao proclama la República Popular china y decreta la expulsión de los misioneros.
Sólo en 1997 en la ciudad de Zhoukou, un sacerdote local descubre, bajo el altar de la iglesia, las tumbas y los restos de los mártires del PIME, que son hoy meta de numerosas peregrinaciones. (PA) (Agencia Fides 22/11/2006 Líneas: 33 Palabras: 467)


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