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Ciudad de México (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) comenzó ayer 13 de noviembre los trabajos de su 82º Asamblea Plenaria que se extenderá hasta el viernes 17 de noviembre. Con esta Asamblea, según explicó Mons. José G. Martín Rábago, Obispo de León y Presidente de la CEM, en la apertura de la Asamblea, “culminan los trabajos de un trineo que nos propusimos la prometedora tarea de revisar y actualizar las estructuras internas de nuestra Conferencia”. En efecto, durante estos días los Obispos mexicanos concluirán el diseño de una nueva estructura de la CEM, evaluarán el trabajo realizado por las comisiones episcopales y elegirán a los nuevos directivos de los organismos de la CEM. “Será un momento - explicó el Presidente de la CEM- conducido por la luz del Espíritu; quede lejos de nosotros toda aspiración a ocupar cargos, ambicionando poder, prestigio o afán de dominio. Los oficios entre nosotros son solo servicios, que suponen mucho amor, generosa abnegación y luminoso testimonio”. A partir de este momento, comenzara a funcionar la nueva estructura que se ha venido perfilando durante los últimos tres años.
Mons. José G. Martín en sus palabras de apertura ha recodado la reciente canonización de Mons. Rafael Guizar y Valencia, “ahora lo tenemos como Patrono Santo; que su ejemplo sea un llamado fortificante en nuestro caminar de pastores”. También ha mostrado su comunión fraterna con los hermanos de Oaxaca que viven situaciones de tensión y dolor. “Ante la complejidad de los acontecimientos y el enrarecimiento del clima entre los sectores sociales - afirmó - los obispos queremos alzar la voz para proclamar que hay esperanza para alcanzar la paz; que confiamos en el amor de Dios que habita en cada persona para lograr el respeto a la dignidad del ser humano y conformar, por el ámbito del diálogo la construcción de una sociedad oaxaqueña en comunión y en solidaridad”.
El Arzobispo de Oaxaca, Mons. José Luis Chávez Botello, acaba de publicar un comunicado en el que reitera la posición de la Iglesia ante el conflicto que está viviendo la ciudad, recordando que su “misión no es el campo político ni social; su campo es el religioso que tiene como horizonte el Reino de Dios y, desde allí, con los principios, criterios y actitudes evangélicas influye en la transformación y humanización de las personas y de las sociedades”. Por ello, “la Iglesia de Oaxaca, en los momentos más críticos de este conflicto ha sido solidaria ofreciendo el servicio humanitario a su alcance para atender por igual a quienes resultaron heridos, necesitaron cobijo o alimento sin excluir a nadie”. (RG) (Agencia Fides 14/11/2006 Líneas: 34 Palabras: 460)
