VATICANO - La Pontificia Universidad Urbaniana por la Misión: un compromiso para la formación antigua de siglos que se renueva cada año

martes, 7 noviembre 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El 1° de agosto de 1627 el Papa Urbano VIII con la Bula "Immortalis Dei Filius” instituyó el Colegio Urbano, primer núcleo de ese sistema educativo de la Congregación de Propaganda Fide que a lo largo de los siglos ha llevado a la constitución en 1962 de la Pontificia Universidad Urbaniana. Desde sus inicios la Urbaniana ha sido una institución de carácter misionero y ha servido a la Iglesia en el cumplimiento de su mandato misionero-apostólico, de modo particular en la formación de misioneros y expertos en el sector de la Misionología y otras disciplinas, necesarias para la actividad evangelizadora de la Iglesia. El 12 de octubre la Urbaniana inauguró su 379° Año Académico al servicio de la "Missio ad gente" de la Iglesia, llamada a anunciar la esperanza y a hacer conocer a los pueblos que Dios es amor.
El servicio misionero nace de la escucha dócil y obediente de la Palabra de Dios y del amor que se hace compasión, sobre todo hacia los más pobres. Con estas palabras ha recordado el Card. Iván Dias, Prefecto de la Congregación para la evangelización de los Pueblos y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Urbaniana, quien ha inaugurado por primera vez el año Académico 2006/2007. Presidiendo la solemne Concelebración Eucarística en la Capilla del Colegio Pontificio Urbano, en su homilía el Cardenal ha subrayado, el sentido del amor como servicio y como entrega de si. "Frente a la fuerza del mal y de la muerte, que no se ahorra ni siquiera al Hijo de Dios, Jesús quiere indicarnos que la única victoria sobre el mal y sobre la muerte es el amor". Un amor - ha recordado el Cardenal - tan sencillo y extremo que pone en tela de juicio. En la vida de hoy se busca con frecuencia otra grandeza, quizás la del papel, de la posesión, del poder sobre otros, de la importancia, de los reconocimientos. En la escuela del único Maestro, Jesús, somos invitados a escuchar y llevar a la práctica con humildad el evangelio de la compasión, del servicio, de la benevolencia y del amor (ver Fides 13/10/2006).
Palabras de estímulo y consideración también ha dirigido el Cardenal en el saludo introductor al Acto académico que abrió, en el Aula Magna, el Año Académico 2006/07. "Aunque soy nuevo como Prefecto de Propaganda, el servicio diplomático me ha llevado a vivir el espíritu particular de esta Congregación, que hace mirara al mundo entero, sobre todo a esa parte dónde la Iglesia católica todavía está en construcción o es minoritaria (…) Por ello, siento lo importante que es tener una mirada universal, no encerrada en los propios horizontes limitados, no encerrada en las propias exigencias, que a veces se convierten en pretensiones y hacen olvidar el sentido por el que estamos aquí en Roma. El espacio académico y humano de una universidad como la nuestra nos ayuda a vivirlo, sea porque nos comunica la enseñanza de la Iglesia que lleva consigo el sabor de una sabiduría antigua arraigada en las Escrituras y en la tradición, sea porque, haciendo que nos encontremos, nos hace cómo recorrer cada día un itinerario humano entre rostros e historias que estamos llamados a descubrir."
Mons. Ambrosio Spreafico, Rector Magnífico de la universidad, recogiendo las indicaciones del Card. Dias, ha recordado la vocación misionera e intercultural de la Urbaniana y el empeño científico, formativo y eclesial de una institución antigua de cuatro siglos pero intensamente renovada en la didáctica, en los estatutos y en los reglamentos. Una realidad pluralista con 1400 miembros de más de 100 países y 89 institutos asociados en África, Asia, América, Oceanía y Europa. Una Universidad atenta a las nuevas exigencias de la Iglesia y partícipe de la red de intercambios y reconocimientos internacionales inaugurados con la Declaración de Bolonia de 1999 entre todas las Universidades Europeas. Mons. Spreafico ha impulsado con fuerza el empeño de diálogo y de testimonio cultural al que está llamada la universidad Urbaniana: "Dentro de las perspectivas de investigación y comparación he pedido a las diversas facultades que programen para el próximo año académico momentos de estudio, en forma de seminarios o congresos, para afrontar temas del actual debate cultural y teológico, teniendo presente las áreas de excelencia de nuestra institución, que, a partir de la profundización del dato revelado, debe interrogarse sobre los problemas de la misión, del anuncio evangélico y de la relación de la Iglesia con las culturas y las otras religiones."
Con sus cuatro Facultades (Filosofía, Teología, Derecho Canónico y Misionología) y con sus dos Institutos Superiores (para el Estudio de la no Creencia, de la Religión y de las Culturas - I.S.A e Instituto Superior de Catequesis y Espiritualidad Misionera - ISCSM) junto con la presencia del Scalabrini Internacional Migration Institute (SIMI) y los numerosos Cursos particulares y Cursos de Lenguas Antiguas y Modernas, la Pontificia Universidad Urbaniana ofrece hoy la posibilidad de realizar una sólida y completa formación a nivel cultural, teológico, pastoral y misionero. De modo particular las Especializaciones de las diversas Facultades permiten profundizar a un alto nivel académico las cuestiones ya recordadas por Mons. Spreafico: la dirección en Filosofía cultural y religiosa, la Especialización en Teología Bíblica, el estudio del Derecho Canónico Oriental y Misionero, la Especialización de Misionología en Misión y Religiones, son sólo algunas de las numerosas ofertas formativas capaces de guiar al estudiante en la búsqueda y adquisición de las necesarias competencias culturales, teológicas y pastorales.
El servicio a la Misión de la Iglesia encuentra así en la universidad un lugar de investigación y formación, un lugar dónde el estudio y el compromiso misionero puedan adquirir la necesaria fundación y un adecuado espesor humano y espiritual. El Prof. Paolo Miccoli, quien dirigió durante el solemne Adecuado Académico de Inauguración, una reflexión sobre los sentidos antropológicos y teológicos de la encíclica "Deus Caritas est", ha recordado como la misión de evangelización y promoción humana se sostiene en la capacidad de divisar con inteligencia la revelación de Dios y su amor, capacidad, como dice Su Santidad Benedicto XVI, de ver con el ojo el corazón. "El amor es posible - recuerda el Papa en su Encíclica - y nosotros somos capaces de practicarlo porque hemos sido creados a imagen de Dios" (n.39). (L.P) (Agencia Fides 7/11/2006 - Líneas: 73 Palabras: 1061)


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