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Chiang Mai (Agencia Fides) - El gran hall del albergue que acoge el Congreso Misionero Asíatico en las últimas horas se ha ido poblando de rostros que reflejan la diversidad y las riquezas de la Iglesia en Asia. Junto a los ilustres invitados, muchos son delegados que llevan consigo las esperanzas, las expectativas y las riquezas de las propias comunidades. Iniciado con alguna difidencia, típica de toda novedad, el Congreso está encontrando paso a paso en la participación entusiasta de los delegados, un vigor que ciertamente será vertido en los grupos de trabajo.
Entre los más de mil delegados, está también Su Exc. Mons. Francesco Sarego, Obispo de la Diócesis de Goroka, en Papua Nueva Guinea. No obstante provenga de un país de Oceanía, ha venido a Chiang Mai para asistir y para escuchar las experiencias eclesiales que se están juntado aquí. En las palabras de Mons. Sarego, el deseo de regresar a su diócesis enriquecido por el confronto con las experiencias de otros.
El Congreso misionero asiático se sitúa a continuación de los grandes Convenios Continental que ya están marcando el camino eclesial de África y de América Latina. El deseo de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las Obras Pontificias Misioneras consiste en la celebración de un Convenio que pueda relanzar el Anuncio cristiano en este vasto continente. El Cristianismo en Asia vive las fatigas típicas de toda realidad minoritaria, siempre en la búsqueda de un equilibrio entre la propia identidad específica y la necesidad de sentirse igualmente parte de una sociedad que no es cristiana. Otro tema que caracteriza la experiencia eclesial es la relación con las otras religiones: desde el budismo al hinduismo, del shintoismo al animismo para concluir con el contexto islámico; este continente está desde siempre muy atento a la espiritualidad y al aspecto religioso del hombre, sin embargo la convivencia con estas grandes tradiciones lleva necesariamente al anuncio cristiano a tener que confrontarse con ellas. La misma Iglesia en Tailandia, que acoge al Congreso, es signo de esta pluralidad religiosa típica del continente. (M.R.) (Agencia Fides 19/10/2006)
